¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 727

El hombre era tan guapo y hermoso como él.

Él se paró junto a Angeline y sonrió. Sus gestos eran elegantes y nobles mientras miraba a Angeline con ternura.

Él exudaba nobleza y el estilo de una persona de alto rango.

Jay sintió como si una amenaza inexplicablemente poderosa se acercara a él.

Quizás Angeline no sabía quién era el dueño del Hummer, pero Angeline no había notado a Jay en absoluto.

Ella ayudó al Viejo Gran Amo Severe y caminó hacia la entrada del departamento médico.

El hombre que estaba a su lado cargó su bolso de manera caballerosa. Un hombre así debía ser de los cielos y las estrellas, pero terminó rebajándose para servir a Angeline. Aparte del amor, Jay no podía pensar en una segunda razón por la que ese hombre lo haría.

La amargura en su corazón comenzó a agitarse inexplicablemente, y sintió como si la sangre en su cuerpo dejara de fluir.

Angeline y el hombre ayudaron al Viejo Gran Amo Severe a entrar en el ascensor. Esa imagen armoniosa de ellos juntos fue un gran espectáculo.

Jay reprimió a la fuerza los sentimientos mezclados en su corazón y le dijo a Finn: “Síguelos”.

Finn era la persona con mayor inteligencia emocional entre los miembros de Fantasma.

Finn sabía que el Sr. Ares estaba molesto porque se había encontrado con un fuerte rival que competía por el amor de Angeline.

Él quería ayudar al Sr. Ares y en secreto se comprometió a avergonzar al hombre en público.

Finn llevó a Jay al lugar donde el Viejo Amo Severe estaba recibiendo su chequeo. Cuando salieron del ascensor, Angeline vio a Jay.

A ella nunca le gustó Cole, pero después de ver a Jay, ella extrañamente tomó la iniciativa de tomar la mano de Cole. Ella también le sonrió dulcemente.

Finn hizo que Jay se acercara.

Cole miró la manita de Angeline y luego a Jay en la silla de ruedas. Su mente clara instantáneamente supo lo que estaba pasando.

Él deliberadamente se refirió a Angeline como ‘Sra. Ares’ para advertirle a Cole que la joven era la mujer del Sr. Ares y que él no debería involucrarse.

Cole sonrió un poco. “Todo eso está en el pasado, ¿no es así? ¿Por qué la sigues llamando ‘Sra. Ares’?”.

Los ojos de águila de Jay inmediatamente se tornaron feroces, como si una ovejita ignorante hubiera irrumpido en sus dominios. Solo había un pensamiento en su mente. Él quería echarlo de su territorio.

Él volteó la mirada hacia Angeline y dijo con voz fría: “¡Todavía no nos hemos divorciado!”.

Eso fue un recordatorio para ella sobre quién era ella, porque una mujer casada no debería tener relaciones casuales con un hombre fuera del matrimonio.

El Viejo Amo Severe temía que Jay mostrara emociones que no debería mostrar debido a sus celos. Tenía miedo de que Jay terminara enganchando el corazón de Angeline, por lo que de repente tosió fuertemente.

También fue un recordatorio para Jay de que se calmara un rato.

La ira en el pecho de Jay se ondulaba, pero él no quería perder algo importante por algo insignificante, por lo que reprimió con fuerza su hostilidad.