¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 736

Una vez que Angeline golpeó a Zayne hasta estar satisfecha, ella lo miró con enojo.

Finn luego soltó a Zayne.

Jay dijo: “Vamos”.

Zayne le gritó a la espalda de Jay: “Jay, mi hermanita te ama tanto. ¿Cómo pudiste romper con ella?”.

La espalda de Jay se contrajo levemente.

Angeline sintió como si su dignidad hubiera sido arrojada una vez más a la basura. Ella estaba completamente desconcertada y reprendió a Zayne: “¡Uno no debe mencionar las experiencias pasadas! ¿Por qué vas con él a discutir las cosas? De ahora en adelante, él y yo seremos extraños”.

Ella de repente levantó la voz para que Jay la escuchara y así recobrar un poco de su dignidad.

Los nervios de Zayne eran más gruesos que cuerdas cuando él le gritó a Jay: “Si no te gusta mi hermana, nuestra familia Severe la reclutará de nuevo”.

Angeline se levantó de un salto con ansiedad y le tapó la boca a Zayne.

Después de que Jay se alejó, Angeline le dio una clase de cociente emocional con enojo.

“Eres tan estúpido. Si dices esto, es como si todavía me preocupara por él. Él debe estar riéndose en sus adentros ahora mismo. Nuestro amor ha fallado por completo”.

Zayne la miró fijamente. “¿No me digas que no te preocupas por él? ¿Estás diciendo la verdad?”.

Angeline le pisó el pie. “¿Quién te diría la verdad?”.

Luego, ella se fue enojada.

Aunque ella sufrió una gran pérdida en su pelea con Jay, toda su infelicidad desapareció cuando pensó que Jay le confiaría el cuidado de sus tres hijos.

Al día siguiente, Angeline condujo su coche nuevo y fue al Jardín del Diario temprano en la mañana.

Angeline había llevado a Zayne, probablemente porque tenía miedo de ser avergonzada por Jay. Sin embargo, en el camino, Angeline le dijo a Zayne: “Si puedes evitar hablar, no hables. ¿Entendido?”.

Los ojos de Jens estaban ligeramente rojos. “Sí”.

Papi había usado una forma tan cruel de alejar a Mami, por lo que debería respetar los logros de Papi.

“Papi, debes protegerte”, dijo Jens.

Jay sonrió. “Cree en Papi. Todos estos problemas se resolverán pronto”.

“Sí”. Jenson sonrió y asintió.

Fuera de la ventana, se escuchó un sonido desconocido de una bocina.

“Mami está aquí”, dijo Jenson.

“Salgamos”.