¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 741

Angeline miró a Anne con enojo. Anne podía insultarla a ella y a Zayne, pero un ataque a su madre era inaceptable.

Ella se acercó a Anne, levantó la mano y le dio una bofetada en la mejilla. “No importa lo inútil que sea mi madre, al menos los valores de los niños a los que ella enseñó son normales. A diferencia de ti, a cuya hija le enseñaron a robar al hombre de otra persona, convirtiendo a la otra en amante mientras ella tiene el bebé del hombre”.

La información brotó de Angeline como una bomba atómica. En un instante, todos en la habitación se sorprendieron.

Los ojos de Anne se pusieron rojos mientras decía con enojo: “Lo entiendo. Fuiste abandonada por el Joven Amo Ares y tu forma de pensar no es la más clara. Por eso calumnias a mi Sera”.

Angeline dijo: “No la estoy calumniando. Puedes llamarla y preguntarle. No la has visto en ocho o nueve meses. Si cuentas los días, ella probablemente esté dando a luz este mes”.

George estaba conmocionado por la noticia. “Angeline, ¿lo que estás diciendo es cierto?”.

Angeline asintió. “Papá, si estoy mintiendo, que los cielos arrojen su ira sobre mí”.

Fuera de la ventana, de repente sonó un relámpago.

Angeline: “…”.

Anne se rio. “Viejo Amo, ¿viste eso? Incluso Dios ha venido a testificar por Sera. Lo que dijo Angeline es falso”.

Angeline miró al Dios traicionero. 'Ese fue realmente un mal momento para los truenos, ¿no crees?'.

“Depende de ti creerlo o no”.

Ella dijo lo que tenía que decir porque sabía que haría que Anne se sintiera aún más torturada.

La crianza de Jenson, Bebé Robbie y Bebé Zetty fue muy buena. Cuando los adultos hablaban, ellos comían tranquilamente sus bocadillos.

Esta reunión de Mami siendo intimidada por la anciana fue vista por Bebé Zetty, por lo que ella no pudo soportarlo más e intervino. “Mami, ¿estás hablando de la pequeña esposa del Abuelo?”.

¡Este suspiro fue muy significativo!

La mano de Anne que sostenía el teléfono tembló levemente.

A ella le costó mucho presionar los números uno por uno. Cuando el teléfono empezó a sonar, su expresión se puso tensa.

“Mamá, ¿por qué me llamas de repente? ¿Ocurre algo?”. La voz perezosa de Sera sonó en el otro extremo del teléfono.

Anne apretó el teléfono. “Sera, ¿dónde estás ahora?”.

Sera hizo una pausa y tartamudeó, “Oh, yo… yo estoy en el extranjero y volveré pronto”.

La expresión nerviosa de Anne se relajó de inmediato mientras lanzaba su mirada feroz sobre el rostro de Angeline como un cuchillo.