¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 768

El Viejo Amo Severe había tomado la decisión final. Por lo tanto, George y Anne no tuvieron nada que decir en respuesta.

Angeline pensó para sus adentros: ‘Jack Ares es ahora la persona a cargo de Empresas Ares, por lo que está actuando de manera arrogante y dominante. Ni siquiera le importa Jay, mucho menos la familia Severe’.

‘¿Qué puede hacer el abuelo para obligar a Jack Ares a dejar ir a Sera?’.

Una vez que George y Anne se fueron, el Viejo Amo Severe llamó a Angeline al estudio.

Él dijo sin rodeos: “Sé que la odias, Angeline. Pero la ropa sucia de la familia realmente no debería publicitarse. Si nuestra familia Severe quiere recuperar su fuerza y ​​gloria, la nobleza y el honor de la familia no pueden ser destruidos. De lo contrario, ¿cómo recuperaremos el corazón de la gente en el futuro?”.

Angeline sintió como si tuviera un déjà vu. “Abuelo, ¿quieres que vaya a negociar con la familia Ares?”.

El Viejo Amo Severe asintió. “Eres la única que puede hacer esto”.

Angeline se negó. “No puedo”.

El anciano la miró fijamente, mientras Angeline encontraba una excusa para andarse por las ramas. “He terminado con Jay Ares. Así que creo que Jack no me daría ni la hora del día”.

El Viejo Amo Severe negó con la cabeza. “No dije que quería que le suplicaras a Jay Ares. Quiero que uses esa cabeza tuya. Con tus capacidades, estoy seguro de que podrás descubrir cómo persuadir a Jack para que la deje ir”.

Angeline siguió inclinando la cabeza.

El Viejo Amo Severe suspiró. “No importa de lo que hablemos, simplemente estás albergando odio hacia ella en tu corazón”.

Carson, que había desaparecido durante varios días y noches, entró corriendo entre las cortinas de lluvia. Cuando notó que Cole estaba de pie en la puerta, inmediatamente gritó con alegría: “Joven Amo”.

Los ojos de Cole se llenaron de sorpresa. “Pequeño mocoso, ¿por qué has estado fuera durante tanto tiempo?”.

Cole miró su ropa mojada y sucia con disgusto y frunció el ceño. “Báñate y ponte ropa limpia. Entonces, ven al estudio a buscarme”.

Carson miró su ropa, y cuando notó todo el barro, miró a Cole con asombro.

“¿No vomitó en el momento en que vio mi ropa sucia hoy, Joven Amo?”, Carson dijo con alegría.

El rostro de Cole mostró una expresión hosca. “Todo esto es gracias a esa mujer que combatió fuego con fuego. Realmente funcionó”.