¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 780

Parecía que, después de todo, tenía que limpiar el desastre que ella había hecho.

Le hizo un gesto a Finn para que le pasara su computadora portátil.

Afuera, el tono siniestro de Jack volvió a sonar. "Casi había olvidado que eres una pirata, Angeline. Aun así, nunca esperé que fueras capaz de atravesar la red interna de Empresas Ares".

Jack se sintió extremadamente afortunado, pues por fin había dado con el talón de Aquiles de Angeline. Después de todo, si ella podía robar los fondos de Empresas Ares, también podía robar sus documentos clasificados. Eso pondría a Empresas Ares en una posición pasiva.

Jack estaba decidido a forzar a Angeline a un rincón.

"Solo espera una carta de demanda de un juicio, Angeline. Te voy a demandar por poner en peligro las ganancias de mi empresa".

A Angeline solo le preocupaba dónde acabaría Sera. "Según nuestro acuerdo, Jack, ya he transferido mil millones a tu cuenta. ¿No deberías cumplir con tus palabras y dejar que me lleve a mi hermana a casa ahora?".

La expresión de Jack parecía estreñida. A pesar de estar al borde del peligro, lo único que le preocupaba a Angeline era dónde iría Sera.

"Bien. La dejaré ir", respondió Jack.

Pensaría en un plan para recuperar a Sera.

Sin embargo, ese día estaría reservado para planear la forma de deshacerse de Angeline de una vez por todas.

Jack lo denunció a la policía. Mientras esperaba que la policía investigara, recibió otra llamada del ayudante.

"La red ha vuelto a la normalidad, Sr. Director. Los diez mil millones que perdimos también han vuelto de alguna manera".

Angeline se quedó perpleja al escuchar las palabras del otro lado de la línea. ¿Qué ángel celestial descendió y la ayudó?

La expresión de Jack se agrió porque él también se sentía insoportablemente confundido. Angeline no había hecho nada, pero el dinero que Empresas Ares había perdido le fue devuelto de todos modos.

¿Quizás no había sido Angeline después de todo?

Angeline puso la expresión de una víctima incriminada. "Asegúrate de investigar primero antes de sacar conclusiones precipitadas, Jack, o acabarás haciendo el ridículo otra vez".

Jay cerró su computadora portátil. Al escuchar el tono orgulloso de Angeline, sus labios delgados y sensuales se tensaron en las comisuras.

Puede que Sera se sienta físicamente débil, pero su costumbre de burlarse y reírse de Angeline seguía siendo fuerte. "Vas a ver al Amo Ares, ¿verdad? ¿Creí que ustedes dos habían terminado? ¿No estás siendo demasiado descarada al pegarte a él?".

Angeline resopló como respuesta. "No metas las narices en mis asuntos".

Enfurecida, Sera cerró la puerta de golpe y le gritó al conductor: "Vamos".

Angeline se dio la vuelta y volvió a entrar en el hospital.

No era una obligación que viera a Jay Ares, pero quería saber si había sido él quien la había ayudado unos momentos atrás. Si lo hizo, entonces ella tendría que devolverle el dinero que tomó de Empresas Ares.

Al mirar la figura de Angeline que regresaba, un fuerte destello de envidia pasó por los ojos de Sera.

Al volver a la sexta planta, Angeline se dio cuenta de que Jack y sus secuaces habían abandonado el lugar.

Angeline entró en la habitación del hospital de Jay justo a tiempo para ver cómo el médico le quitaba las agujas de las piernas.