¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 941

Cuando Grayson pasó junto a Zayne, él le preguntó en voz baja: “¿Qué ocurrió? ¿La Srta. Severe ya se recuperó de su enfermedad mental?”.

Zayne miró con culpabilidad a Angeline que caminaba frente a él. Cubriéndose la boca con la mano, bajó la voz para decir: “Ayer estuve en la sala lamentándome por cómo su enfermedad mental empeoraba. Pensé en enviarla a un hospital psiquiátrico para recibir tratamiento, pero de repente se volvió loca cuando escuchó lo que dije. Ella saltó de la cama y me golpeó bastante fuerte. Ella incluso afirmó que no es una enferma mental. Luego, esta mañana, se recuperó por alguna extraña razón”.

Grayson saltó de la alegría. “¿Eso significa que ha salido de las sombras y ha aceptado el fallecimiento del presidente?”.

Zayne se acarició la barbilla, luciendo muy pesimista. “Bueno, ya no se está aislando del mundo, pero dudo que su enfermedad mental se haya curado. Solo mira ese maquillaje que se puso. Es como si una paleta de colores hubiera manchado su rostro puro e inocente, haciéndola lucir más feroz que una tigresa. Además, mira lo arrogante que se comportó en la reunión de hoy. Es como una persona diferente. Me temo que su enfermedad mental se ha convertido en esquizofrenia”.

Grayson miró fijamente sin palabras a Zayne. “¿Siquiera eres su hermano biológico?”.

Zayne dijo: “Genuino y auténtico”.

“¿Has visto a otros hermanos quejarse de sus propias hermanas así?”, dijo Grayson.

Zayne se subió las mangas, revelando los moretones y las marcas púrpuras en sus brazos. “Mira, ella tampoco me trató como a su hermano biológico cuando me golpeó”.

Grayson se rio. “El Presidente Ares mencionó que eras un campeón de lucha cuando eras un niño. Dijo que hiciste de varias calles en la Ciudad de Golondrina tu territorio y que a menudo golpeabas a tu hermana hasta hacerla llorar. El Presidente Ares no estaba contento con eso, así que le enseñó a tu hermana algunos trucos para que te sometiera. Desde entonces, ya no ganaste en ninguna de las peleas con tu hermana”.

Zayne frustrado dijo de una manera deprimida: “Lo sabía. Mi hermana solía ser una niña tan adorable cuando era joven y podía intimidarla como quisiera. Sin embargo, desde que conoció a Jay, ella se volvió cada vez más atrevida. Resulta que Jay fue quien la ayudó en secreto”.

Angeline se paró frente a la oficina del presidente y miró el escáner biométrico de huellas dactilares con perplejidad. Cuando pensó en las innumerables veces que la huella digital de Jay había presionado sobre ella, una flor resplandeciente emanó de sus ojos.

Ella extendió la mano suavemente y acarició el sensor con los dedos. Era como si pudiera tocar la mano de Jaybie al hacer eso.

¡Bip, bip!

Se desbloqueó el escáner biométrico de huellas dactilares.