¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 951

La mirada de Jay se posó en los fragmentos rotos en el suelo, y una mirada de impotencia apareció en sus ojos. "¿Cuánto cuesta el plato? Te pagaré".

Angeline espetó: "831 dólares".

Jay la miró con recelo. No pudo evitar pensar que esta diabla se estaba burlando de él por razones desconocidas.

Angeline extendió su hermosa y delgada mano. "¡Paga!".

Jay se sintió avergonzado. No tenía ni un centavo con él, así que, ¿cómo se suponía que iba a compensarla?

"Te pagaré una vez tenga el dinero", dijo él.

Angeline se inclinó hacia delante con una sonrisa sumamente astuta. "¿No tienes dinero? Entonces entrégame tu corazón".

Jay la miró sin palabras. "¿Crees que solo valgo 831 dólares?". Hizo hincapié deliberadamente en la palabra ‘dólares’.

Angeline pensó durante un rato. "831 dólares no es suficiente para tu buena apariencia. Toma, te daré 831 224 dólares. ¿Qué te parece?".

Jay estaba bastante seguro de que la diabla se estaba burlando de él.

Él la miró furiosamente con una expresión de acero que parecía decir: ‘Ni las riquezas ni el honor pueden corromperlo. Ni la pobreza ni la humildad pudieron hacerle desviarse de sus principios. Ni las amenazas ni la fuerza pudieron dominarlo’.

"¿No es suficiente? ¿Qué tal 831 911 dólares?", Angeline cambió las cosas y continuó burlándose de él.

Jay se negó a seguirle el juego.

"¿Qué hay de 8 313 344 dólares?".

Jay apretó los dientes e hizo una mueca sombría: "¿Me estás tomando el pelo?".

Angeline se golpeó la frente y dijo: "Soy un fracaso. Me he burlado de ti durante tanto tiempo, pero en realidad no tienes idea de que me estaba burlando. Parece que mi esfuerzo por hacer el plato de sopa de pollo se ha ido por el drenaje”.

El aura sombría y hosca de Jay disminuyó. "Gracias”.

Debería agradecerle a Angeline porque estaba dispuesta a tratar con condescendencia a un pobre como él al cocinar para él.

Angeline dijo: "No necesito tu agradecimiento".

Jay dijo con determinación: "Soy un hombre casado. Por favor, deja de lado esa ridícula idea de ser mi amante ricachona".