¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 957

Jay caminó elegantemente hacia Bebé Zetty y se paró frente a ella. Él gentilmente le dijo: "Si no te gusta que sea tu tutor de piano, entonces puedo irme de inmediato. No tienes que hacer una rabieta".

Bebé Zetty lo miró con sus ojos brillantes. Tenía tantas ganas de llamarlo ‘papi’, pero su mami le había dicho que no hiciera nada que pudiera agitar a su papi.

Jay se puso de pie y miró a Finn con aire de disculpa. "Creo que deberías solicitar a alguien más".

Finn miró a Bebé Zetty impotente y le suplicó con la mirada.

Cuando Jay se dio la vuelta y se alejó, una pequeña mano lo agarró de repente.

Jay se dio la vuelta y vio a Bebé Zetty mirándolo con sus ojos brillantes. Ella dijo en un tono lastimero: "Señor, lo siento. Por favor, quédese y sea mi maestro, ¿está bien?”.

Jay se estremeció, sorprendido por el repentino cambio de actitud de Bebé Zetty.

No podía entender por qué, pero cuando vio llorar a Bebé Zetty, su corazón se ablandó. "Está bien”.

Finn exhaló un suspiro de alivio.

Bebé Zetty llevó apasionadamente a Jay a la sala del piano. Finn llamó a la niñera a su lado y le recordó seriamente: "El almuerzo de hoy debe ser un poco insípido. Además, este tutor de piano es un invitado de honor, por lo que debemos tratarlo bien".

“Muy bien”, respondió la niñera.

Finn luego se fue a trabajar.

La sala del piano.

Bebé Zetty se sentó frente al piano, volteó la cabeza y le preguntó a Jay: “Señor, ¿qué canción le gusta? ¿Quiere que la toque para usted?”.

Jay se hundió en una profunda reflexión.

Durante mucho tiempo, no pudo descifrar qué canciones le gustaban.

Bebé Zetty tampoco quería que pensara demasiado, así que sugirió una canción. "Definitivamente le gustará esta".

Bebé Zetty se apoyó en las teclas del piano mientras la tristeza aparecía en su rostro. "No", respondió ella directamente.

Jay se estaba culpando a sí mismo por ser entrometido, pero cuando escuchó el dolor en la voz de Bebé Zetty, no pudo evitar preguntar con compasión: "¿Qué pasó?".

"Papi y mami ya no están juntos", murmuró Bebé Zetty.

"¿Divorciados?", preguntó Jay.

Bebé Zetty negó con la cabeza y su rostro no mostraba nada más que tristeza, dolor y angustia.

Jay acarició la cabeza de la niña. "No estés triste. Todos los inviernos deben llegar a su fin, y mañana podría llegar una hermosa primavera".

Bebé Zetty miró a su papi con una sonrisa radiante en su rostro. "Mm”.

Ella creía que su papi y su mami volverían a estar juntos.