¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 978

Resumo de Capítulo 978: ¡Buenas noches, Señor Ares!

Resumo de Capítulo 978 – Capítulo essencial de ¡Buenas noches, Señor Ares! por Internet

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¿Estaba tratando de insinuar que se veía fea?

Angeline se negó a caer en su trampa y dijo con orgullo: “Cuando miro mi rostro desnudo, me pregunto de dónde ha descendido esta diosa”.

Los labios de Jay se torcieron violentamente. “Qué presumida”.

Angeline dijo: “Solo digo la verdad”.

Jay miró a Angeline mientras sonreía dulcemente, y por algunas razones inexplicables, pensó que esta diabla no parecía tan molesta después de todo.

Al contrario, su inocencia la hacía parecer bastante linda.

“¿Por qué estás en el mundo de los negocios?”, preguntó él con curiosidad.

Siempre pensó que Angeline tenía una personalidad suave y adorable en lugar de la personalidad masculina y dura que pretendía tener.

Hacer negocios no encajaba en absoluto con su carácter.

Angeline dejó escapar un suspiro de tristeza. “Esta es una promesa que le hice a él”.

Jay escuchó con atención.

Angeline dijo: "Una vez le prometí que podía ser una planta trepadora que necesita apoyo o un árbol robusto que puede sostenerse de forma independiente”.

Hizo una pausa antes de continuar: “Ahora que se ha ido, tengo que ser fuerte como un árbol. Al igual que él, mis ramas y hojas se estirarán hacia arriba y ayudarán a los débiles a alcanzar el cielo. Enterraré mis raíces profundamente en el suelo y seré valiente cuando llegue la tormenta”.

Jay estaba asombrado. Las palabras de Angeline habían desafiado por completo los conceptos erróneos que tenía sobre ella.

Resultó que las mujeres no eran necesariamente tiernas y débiles. También podían ser delicadas pero fuertes como Angeline.

“¿Quién es él?”, preguntó él con curiosidad.

“¿Eh?”. Angeline estaba un poco aturdida.

“Admiro a ese hombre por enseñarte tan bien”, dijo él.

Angeline estaba atónita.

Él la llamó presumida hace un momento, ¿no es así?

¡El comal le dice a la olla!

“Mi Jaybie”. Angeline esbozó una brillante sonrisa.

“La próxima vez, usa tu cerebro antes de hablar. No dejes que las hormonas sexuales te influyan cuando te burles de los hombres”.

Sin embargo, Angeline estaba tan llena de emociones que le agarró la mano. “Eso es lo que dijiste. No puedes retractarte”.

Jay: “...”.

Angeline sacó la billetera de su bolso y sacó todas sus tarjetas bancarias antes de decir con gran emoción. “Mira, toma lo que quieras”.

¡Jay estaba estupefacto!

“Yo solo decía”. Jay apretó los dientes en secreto. Su rostro apuesto era extremadamente sombrío.

Esta mujer era muy generosa con él, ¿eh?

¿Estaba intentando convertirlo en su mantenido?

Cuando Angeline notó la expresión irritada en el rostro de él, volvió a guardar las tarjetas en su bolso en silencio.

Cuando salieron del hotel, Jay se comportó con frialdad y altivez como un hombre de abstinencia que tenía un caso avanzado de machismo. Se despidió de Angeline de forma despreocupada. “Me voy, adiós”.

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