Bueno, No Fue Mi Mejor Momento romance Capítulo 81

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Me sentía un poco mareada, pero estaba bien consciente. Al ver a Bárbara tan culpable, la consolé diciendo: "No es tu culpa. El que está mal es Héctor. No me arrepiento de haberte dicho que él te estaba engañando. No te merece."

Bárbara comenzó a llorar aún más.

Mónica y Alicia entraron con una cesta de frutas. Al verme, vinieron inmediatamente a saludarme: "Charlie, ¿te sientes mal en algún lugar? ¿Todavía te duele la cabeza?"

"¿Tienes hambre? Voy a comprarte algo para comer."

"¿Tienes frío? Voy a subir la calefacción. No puedes resfriarte."

Negué con la cabeza suavemente y dije: "No tengo hambre, ni frío, solo estoy un poco mareada."

Mónica me miró con compasión y dijo: "Pobre Charlie. Has tenido muy mala suerte estos dos meses. Esta es la segunda vez que te golpeas la cabeza. ¿No te volverás tonta, verdad?"

Sonreí y dije: "No importa si me vuelvo tonta. Ustedes pueden cuidarme por turnos."

Aprendí de las tres lo que había pasado.

Héctor me había guardado rencor, por eso había enviado a Jaime a acercarse a mí. Planeaban matarme después de obtener el dinero y luego huir al extranjero.

Afortunadamente, la llamada de Valentino se convirtió en mi salvavidas. Cuando escuchó mis gritos de ayuda, inmediatamente me localizó por el celular y vino a rescatarme con algunos hombres.

Bárbara se secó las lágrimas y dijo con enojo: "No puedo creer que Héctor sea tan malicioso y egoísta, culpando a los demás por sus propios errores. ¡Y sus padres vinieron a rogarme que lo perdonara! ¡Qué descarados!"

Mónica me miró con disgusto y dijo: "Ese tipo debería estar en la cárcel. Bárbara, menos mal que viste su verdadera cara a tiempo. Si hubieras descubierto todo esto después de casarte y tener hijos, habría sido demasiado tarde."

Bárbara asintió y dijo: "Sí."

Mientras charlábamos, llegó Alberto.

Le había dado una lección a Jaime por mí, lo que había compensado su comportamiento hacia mí en el juego. Lo saludé cortésmente y le dije: "Hola, Dr. Bastida."

"¿Te sientes mareada?" Alberto no me respondió, solo preguntó: "¿Has vomitado desde que despertaste? ¿Recuerdas lo que pasó antes de desmayarte?"

Respondí a todas sus preguntas.

Después de conocer mi situación, dijo: "Tienes una leve hemorragia cerebral, pero no necesitas cirugía por ahora. En aproximadamente una semana, la sangre será absorbida. Solo necesitas quedarte en el hospital y recibir tratamiento."

"De acuerdo." Decidí seguir completamente las instrucciones del médico. Las cosas profesionales debían ser manejadas por profesionales.

Antes de irse, Alberto me miró profundamente, pero no pude entender el significado de su mirada. Mónica de repente se acercó a mí, con los ojos brillantes y una sonrisa enigmática en su rostro, y dijo en voz baja: "Charlie, ¿crees que Alberto está interesado en ti? ¿Crees que le gustas?"

Rápidamente puse mi mano sobre la boca de Mónica. Alberto, que acababa de llegar a la puerta, se detuvo de repente y luego se fue.

Alicia rápidamente cerró la puerta de la habitación.

"Charlie, en la Nochebuena, Valentino te llevó, ¿verdad?" Bárbara también mostró una sonrisa misteriosa: "¿No te encontraste con un matón cuando te fuiste? ¿No fue golpeado por Valentino?"

"¿Cómo lo saben?" Me sorprendió un poco.

"Porque luego Alberto también golpeó al hombre. Todavía está en el hospital. ¿No lo sabías?" Bárbara ya no lloraba, sus ojos estaban rojos de emoción y continuó diciendo: "Después de que te fuiste, también nos fuimos. Cuando bajamos, vimos a un hombre siendo golpeado severamente. Después de preguntarle al gerente qué había pasado, Alberto también le dio una paliza."

Mi corazón comenzó a latir más rápido. ¿Qué significaba eso por parte de Alberto?

¿Acaso él, como Valentino, también se había enamorado de dos mujeres al mismo tiempo?