¡Canalla! ¿Satisfecho con mi muerte? romance Capítulo 40

"¿Suicidio? ¡Jajaja qué ridículo! Si ella realmente quisiera morir, ¡no habría acabado con nuestra Nayra!", Helda gritó fuera de control, su odio hacia Yuria era enorme, era el odio que le tenía por haberme usado de chivo expiatorio.

"Tranquila, vamos a ver qué pasó", dijo Lucas, tratando de controlarla y dejándola en manos del médico forense. "Cuídala bien"

El forense asintió y la tomó del brazo: "Tú también estudias medicina, deberías saber que nunca hay que dejarse llevar por las emociones".

Helda se quedó callada, con los ojos llorosos, parada sin moverse.

"Señor Hierro, voy contigo a verificar la situación", le indicó Lucas mirando el reloj y, tras dejar todo en orden, se unió a Renán. "Según la investigación, su esposa Yuria también es una de las niñas que salió del orfanato en aquel entonces, así que el asesino seguro seguirá tras ella".

Renán se tensó al caminar, corrigiendo con voz grave: "No es mi esposa".

Lucas se sintió confundido por su aclaración, pero no dijo nada más. Yo los seguía de cerca y también subí al carro.

"Las chicas que dejaron el orfanato ahora están esparcidas por todos los rincones de la ciudad, y la lista y el orden de las muertes no siguen ningún patrón. Es como si el asesino estuviera buscando venganza", le comentó Lucas mirando a Renán. "Si su 'esposa' no teme ni a la muerte, me pregunto si podría cooperar con nosotros para atrapar al asesino más rápido".

Lucas realmente no quería hacer eso, pero esos dos habían enviado a Nayra como cebo. Le sonreí a Lucas y luego le dije: "¿Cómo crees? Si él ve a Yuria como su tesoro, jamás la pondría en peligro como cebo para atrapar a un asesino".

"Ya te dije, no es mi esposa", Renán seguía aferrado a ese título. "Además, Nayra ya sufrió un accidente, ¡no puedo arriesgar a Yuria otra vez!".

Yo no pude evitar sonreír, sabía que él nunca iba a aceptar esa propuesta.

"¿Arriesgar? Cuando Nayra fue el cebo y corrió el peligro, ¿qué estaba pensando el señor Hierro? ¿O será que para usted la vida de Yuria vale y la de Nayra no?", Lucas le preguntó directamente.

Renán estaba claramente atónito, sentado rígido, mientras que yo sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo. Claro, mi vida no valía nada comparada con su preciosa Yuria.

"Yuria está enferma, siempre ha tenido una salud frágil y su estado emocional es inestable. ¡Y acabas de oírlo, ella intentó quitarse la vida!", Renán miraba a Lucas con ira. "Eres un policía, ¡cómo puedes decir eso!".

Lucas no respondió, pero su silencio parecía confirmar sus sospechas, y tras un largo silencio dijo: "Renán, Nayra no salió del orfanato y su cuerpo nunca se encontró. Para nosotros, hay una buena posibilidad de que esté viva. Si no la encontramos rápido, podría morir".

Pero después de toser un par de veces, caí en cuenta de algo: ya estaba muerta, era solo un espíritu, ¿de qué me preocupaba el humo de alguien fumando?

Con una sonrisa irónica, miré a Lucas: "Mira, el intento de suicidio de Yuria fue puro teatro, si realmente hubiera querido morirse, estaría en el hospital luchando por su vida, no descansando en una habitación de hotel".

Lucas no podía oírme, pero parecía que compartíamos la misma opinión. Luego, él también soltó una risa burlona: "Al final, ¿fue un intento de suicidio o una jugada para traer a Renán de vuelta?".

Miré a Lucas y le sonreí, no era común tener a alguien del mismo lado que yo. Luego de que los padres de Yuria se habían ido dijo: "Sr. Hierro, me gustaría ver a la Srta. Blanco".

Renán frunció el ceño: "Mejor otro día, no la agites, su mamá dijo que había perdido el control y apenas se acaba de dormir".

Qué considerado era.

"Un día más y Nayra corre un día más de riesgo de morir", Lucas frunció el ceño. "Renán, ¿realmente quieres encontrar a Nayra?".