Casada a primera vista romance Capítulo 14

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Jasmine se llevó una copa de vino tinto a los labios y tomó un sorbo.

“Lees demasiados libros para chicas. Hay tantas personas con el mismo nombre y apellido bajo el sol, y mucho más un apellido. Bill Gates es uno de los hombres más ricos, pero ¿crees que todos los que tienen su apellido son su familia?”.

Jasmine sonrió. “Tienes razón”.

“Mi esposo es un trabajador de cuello blanco. Maneja un carro nacional que vale unos ciento treinta mil dólares. ¿Crees que el heredero de los York manejaría ese tipo de carro? Tienes una gran imaginación, ¿no?”.

Serenity nunca soñó en convertirse en Cenicienta. Estaba bien soñar, pero no al extremo de estar fuera de contacto con la realidad.

“Ahora que lo pienso, ¿puede la cabeza de la familia York inclinarse por el otro género ya que no quiere que mujeres jóvenes se acerquen a él? ¿Está casado?”.

Serenity no tenía ni el más mínimo interés en la apariencia del joven heredero. Sin embargo, era cuestionable que evitara a las mujeres jóvenes. O era cato o tenía un problema en ese departamento. Él podría jugar para otro equipo por lo que ella sabía.

“Nunca escuché la noticia de que él se casara. Aunque no estamos en ese círculo, la noticia de su matrimonio sacudiría a Wiltspoon ya que es la cabeza de la familia York. los periódicos y los medios habrían estado por todas partes en su boda. No escuchamos nada, así que supongo que está soltero”.

Jasmine dejó su vaso. “Ahora que lo has dicho, creo que algo le sucede. Es inusual que un hombre apuesta como él no tenga ni siquiera novia”.

“Nunca sabremos qué está pasando en las mentes de los adinerados. Come. Deberíamos irnos después de comer hasta saciarnos”.

“Por supuesto”, respondió Jasmine. Las chicas empezaron a comer como si no fuera asunto de nadie.

Muchos las habían observado. Algunos apartaron la mirada después de una mirada rápida mientras que otros observaban con desdén y burla. Parecía que una heredera y su empleada asistieron al baile y se escondieron en una esquina para comer toda la noche como si se hubieran muerto de hambre.

¡Estas chicas seguro que podían comer!

“Jas”.