Casada a primera vista romance Capítulo 35

El siempre amigable Rowan se divirtió mucho charlando con Serenity.

Después de presenciar a Serenity utilizando a Zachary como portero, el muchacho estaba ahora en el Equipo Serenity. ¡Rowan creía que podía esconderse detrás de Serenity para cualquier cosa!

Liberty y Hank, junto con su hijo, Sonny, llegaron un poco más tarde que los York.

Dado que el esposo de Serenity conocía al propietario del carro cuyo sedán de lujo fue rayado por Liberty, los daños solo fueron nueve mil dólares. Hank no se atrevía a tomar a la ligera a su nuevo cuñado.

Hank no se tomó seriamente la reunión al principio pero adoptó una actitud diferente cuando se reunió con la familia. Después de conocer a Zachary, Hank estaba asombrado de su cuñado cuando Zachary dominaba la sala con su presencia reverenciada, más que su jefe.

“Señor York”.

Todo sonrisas, Hank extendió su mano derecha hacia Zachary: “Hola, soy el cuñado de Serenity”.

Zachary estrechó la mano con Hank y expresó ligeramente: “Hola, Hank”.

Luego extendió sus saludos a Liberty.

La primera impresión de Liberty de Zachary fue que se veía bien presentado. Aunque Zachary parecía bastante imponente y distante en persona a comparación en la fotografía, Liberty estaba complacida con el esposo de Serenity.

“Sonny, di Tío”.

Liberty le enseñó a su hijo a dirigirse a Zachary.

Sonny era un adorable niño y tenía los ojos oscuros y brillantes de su madre. Era difícil no sentirse atraído por sus ojos curiosos.

Zachary tuvo que preguntar: “¿Puedo cargarlo?”.

Liberty respondió encantada: “Claro”.

Le entregó a su hijo a Serenity, por lo que Serenity pasó al hombrecito a Zachary.

Zachary quedó impresionado por la acción considerada de Liberty, ya que esta última se comportó con decoro. Liberty primero hizo que Serenity cargara a Sonny para que Zachary recibiera al niño de Serenity para evitar más contacto físico del necesario con su nuevo cuñado durante la entrega.

Lo único era que la Abuela May debe estar cultivando árboles de dinero en lugar de productos frescos.

Con la familia de su hermana aquí, Serenity podía empezar con el almuerzo.

Para su sorpresa, Zachary fue a la cocina a ayudar.

“Puedo manejarlo, Señor York. ¿Por qué no les haces compañía a nuestros invitados?”.

Zachary respondió levemente: “Mi familia se siente justo en casa. Estarán bien sin mí”.

“Puedes conversar con mi cuñado”.

Un escalofrío pasó por los ojos de Zachary más rápido de lo que alguien podría ver. Aun así, permaneció distante y respondió: “No tengo nada en común de qué hablar con Hank”.

Hank era un montón de basura que no podía dejar de halagar a Zachary. Hank probablemente no era pura habladuría ya que, después de todo, era un gerente de una empresa de renombre.