Casado dela noche a la mañana romance Capítulo 252

Por el camino, oyó a mucha gente burlarse y mofarse de ella. A propósito, le hacían comentarios mordaces al alcance de su oído.

—¿Cómo se atreve a aparecer aquí? ¿No tiene vergüenza? Es una vergüenza para la familia Norton.

—Oh, mira, aquí viene la infame Vivian. Pero es famosa por las razones equivocadas. Por acostarse por ahí, es decir, no le importa nada. Si yo fuera ella, habría cavado un agujero y me habría escondido en él.

—Es la mujer de Finnick. Fondo V.M., jaja, ¡qué broma! Me pregunto cuántas veces le habrá puesto los cuernos.

—Su figura es apenas promedio, pero eso no le impide vender su cuerpo. Su madre es igual de mala, una amante que seduce a los hombres.

—He oído que se acostó con innumerables hombres. Qué zorra.

Las miradas de desprecio que recibía eran como puñales que se clavaban en su corazón. Sus pies se sentían pesados mientras caminaba por la habitación. Aquellas palabras hirientes que había escuchado eran como látigos que azotaban su cuerpo. En ese momento, se sintió tan inútil por hacer pasar a su madre por todos los insultos y abucheos junto a ella.

Tras soportar un sinfín de insultos y burlas, comenzó la ceremonia de apertura. En un instante, la sala se animó con el estallido de petardos y la actuación de una banda. El sonido de la música alegre y las carcajadas atravesaron el corazón dolorido de Vivian. Se alejó de la multitud para estar sola. Mientras se apoyaba en la pared de un rincón, miró al cielo azul y deseó poder volar y desaparecer como un pájaro.

Las lágrimas volvieron a rodar por sus mejillas. En ese momento, echó mucho de menos a Finnick y anheló que estuviera a su lado. Terminó rápido su parte de la entrevista y luego esperó a que Sarah y los demás terminaran de tomar las fotografías.

Mientras permanecía en silencio en la esquina, sintió que había tocado fondo. Se preguntaba si Finnick se había enterado ya de los escandalosos rumores.

«¿Se enfadaría? ¿Me ignoraría o me echaría de casa? ¿Y el abuelo? Si el abuelo se enterara de los rumores...»

Mientras Vivian se perdía en sus pensamientos, algo sucedía en el Grupo Finnor.

Cuando Finnick llegó a la empresa a primera hora de la mañana, un grupo de periodistas se abalanzó de repente ante él. Era como si le hubieran estado esperando allí, deseando con desesperación obtener unas palabras de él.

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