—¡Los Miller son simplemente malvados! Como si no fuera suficiente que hayan herido a la madre, sino que no dejaron salir a su hija también. ¡Esto es imperdonable!
—¡Qué vil mujer para hacer esto a su propia hermana! Es peor que un animal. ¡El cielo la castigará!
—¡Que arda en el infierno!
—¡Ashley Miller debería ir a morir!
—¡Espero que a Ashley Miller le caiga un rayo!
—La familia Miller es tan malvada. Deberíamos boicotear sus negocios.
El corazón le golpeó el pecho como si estuviera a punto de desplomarse.
«¿Cómo se supone que voy a salir y enfrentarme al mundo?»
Según otro informe, el valor de las acciones de la Empresa Miller cayó en picado tras la publicación de esa serie de denuncias. El monumental desplome de sus acciones provocó pérdidas masivas en su negocio. Muchos clientes se retiraron de sus colaboraciones, lo que llevó a la empresa a un estado de crisis.
Ashley temblaba sin control al leer las noticias.
«¿Está la familia Miller acabada?»
Su cuerpo se debilitó mientras se deslizaba por el borde de su asiento. Emma se acercó rápido para ayudarla a levantarse.
—¡Ayúdame, mamá! Ayúdame. —Ashley se aferró a las mangas de Emma para salvar su vida. Sus ojos abiertos eran tan huecos como los de un pez muerto.
—No quiero morir... ¡Él! ¡Él no me dejará libre! ¡Mamá! ¡Estoy acabada! ¡Acabada!
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