Ashley le preguntó con malicia:
—¿Quién soy yo? ¿Y quién te crees tú que eres? Fabian es un hombre tan guapo y destacado. ¿Una niña bastarda como tú merece estar con él?
Tras enamorarse de Fabian a primera vista, Ashley utilizó sus contactos para descubrir que no era un chico común, sino un joven de familia rica y noble. Solo ese hecho hizo que le resultara imposible resistirse a su emoción y deseo de poseerlo. Sin embargo a Vivian le costaba creer que Ashley hiciera algo tan terrible.
—¿Así que por eso has conspirado contra mí y has hecho que rompamos? Soy tu hermana. Aunque me odies y quieras mucho a Fabian, no deberías accionar contra mí con un método tan despreciable. Ashley, ¿eres consciente de lo mucho que me ha dolido lo que has hecho?
Al mismo tiempo, el rostro de Fabian se ensombreció mientras miraba fijo a Ashley. «Si no fuera por ella, Vivian ya se habría convertido en mi esposa hace tiempo. En cambio, ahora tengo que llamarla tía Vivian», pensó.
—¡Así es, yo lo hice! Jajaja, ahora eres una mujer sucia porque otro hombre te violó. Es demasiado tarde para decir algo ahora —se burló.
La multitud parecía horrorizada ante sus palabras:
—¿Ashley está tratando de suicidarse?
—¡Solo conseguirá enfurecer aún más a Finnick y Vivian si continúa!
Fabian trató de detenerla de inmediato:
—¡Ashley, deberías dejar de hablar! Mantén la boca cerrada.
Mientras tanto, la expresión de Finnick se volvió aún más fría al tratar de aplacar su ira y se burló:
—¿Mujer sucia? Ashley, siento decepcionarte. Pero el hombre que se quedó con Vivian aquella noche, hace dos años, era yo.
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