Cásate conmigo de nuevo romance Capítulo 179

El invierno en la ciudad A fue particularmente frío ese año.

Esa mañana, el viento dejó de aullar y la lluvia dejó de caer. Incluso se vio un pequeño rayo de sol.

Pero justo después del almuerzo, los copos de nieve revoloteando llenaron el cielo.

Después de que Jenna almorzó con su madre en el hospital, sintió tanto frío que no dejaba de temblar. Durante los últimos días, Hansen estuvo a su lado para calentarla, pero una vez que se fue, se dio cuenta de que el clima era realmente frío hasta los huesos.

Recordó su abrigo de marta cibelina, que era uno de los auténticos tesoros del exterior, hecho con las pieles más finas y exquisitas. Era realmente suave y la mantenía muy caliente.

Este abrigo fue la dote que el padre de Jenna le dio cuando regresó de un viaje de negocios al norte. Habían pasado los años pero su color seguía siendo deslumbrante. También era el favorito de Jenna. Incluso Hansen la había elogiado por lucir elegante y radiante después de ponerse este abrigo de marta cibelina.

Al pensar en esto, una leve sonrisa apareció en el rostro de Jenna. Estornudó después de soportar el frío por un rato y decidió llamar a un taxi para dirigirse a Richards Manor.

La sala de estar en Green Jade Garden estaba iluminada con luces brillantes. Allí estaba animado.

Los sirvientes estaban ocupados ordenando la sala de estar. Mirando desde la distancia, se vieron figuras bulliciosas, lo que emitía un aire festivo.

¿Hubo un evento? Jenna estaba un poco desconcertada.

"Caramba, ¿cómo es que esta perra todavía tiene las agallas para volver?" Un grito extraño sonó desde la izquierda de Jenna, la voz llena de disgusto. Al escuchar esta voz, a Jenna se le puso la piel de gallina.

Parecía que había pasado mucho tiempo desde que escuchó palabras tan desagradables que había olvidado la humillación que experimentó en el pasado.

Su expresión cambió ligeramente y giró la cabeza.

El rostro de Minnie apareció frente a ella. Llevaba un bolso de aspecto muy exquisito mientras miraba a Jenna con desdén. Su expresión era sombría y sus ojos brillaban con odio.

Jenna se quedó atónita momentáneamente antes de recordar que Hansen les había quitado su propiedad. Al perder todas esas propiedades de repente, Minnie debe estar resentida y enojada.

Jenna forzó una leve sonrisa en su rostro. No tenía intención de prestar atención a esta mujer en absoluto. Luego giró la cabeza para entrar en la casa.

"Tsk tsk, qué desvergonzado de tu parte venir a la casa de tu ex esposo después del divorcio. Lo peor de todo es que tienes las agallas para destruir las relaciones de otras personas". Minnie se había mudado de nuevo al lugar pequeño y húmedo donde solía vivir antes. Estaba desprovista de dinero y muy enfadada. Cuando vio a Jenna, su ira creció, pensando que Jenna había manipulado a Hansen para deshacerse de su familia. En su mente, Jenna molestaba a Hansen solo para reclamar su propiedad.

Jenna se había acostumbrado hacía tiempo a la actitud indiferente de Minnie. No quería interactuar con ella de ninguna manera, pero sus acusaciones eran humillantes y Jenna no la dejaría ir por eso. Se detuvo y se dio la vuelta enfadada.

"Minnie, por favor sé respetuosa. Intenta al menos no criticar a otras personas cuando no eres mejor contigo misma", dijo Jenna con frialdad.

"¿Respetarte?" Minnie se rió y dijo: "Zorra. Hasta ahora, todavía no te sientes avergonzada. Si yo fuera tú, me iría de la mansión ahora. Eres un tonto por regresar".

Minnie se acercó dos pasos, la miró con disgusto y dijo con frialdad: "¿Qué esperas ganar al estar al lado de Hansen? Aparte de esas propiedades, no hay nada para ti. Déjame decirte algo que podría interesarte. Aria y Hansen se casarán pronto e incluso la abuela Vivian ha estado de acuerdo. La fecha de la boda está a punto de establecerse, solo mira y llora".

Habiendo dicho eso, se rió a carcajadas.

¿Boda? Mientras Jenna escuchaba las palabras de Minnie, echó un vistazo a su abominable rostro. Sospechaba que Minnie estaba tratando de provocarla, por lo que dijo tonterías.

Habían hecho tanto para robar la propiedad de su familia y de la nada, Hansen se los llevó. Seguramente estaban furiosos y nunca perderían la oportunidad de humillarla.

Por lo tanto, Jenna solo miró a Minnie y murmuró "aburrido" en voz baja antes de alejarse.

Minnie se sorprendió al no ver ninguna reacción de Jenna; sin ira, sin tristeza, ni siquiera vergüenza. Se preguntó si Jenna realmente no amaba a Hansen después de todo. ¿Quizás Jenna no quería ser la esposa del primer hijo de la familia Richards? ¿Podría tener otras intenciones?

"Te digo, incluso si quieres ser la amante de Hansen, es inútil. Aria no te dejará ir. No creas que tendrás una buena vida cuando yo vivo tan horriblemente. Solo espera, solo serás más miserable que yo en el futuro. Miserable. ¿Me oyes? Minnie gritó en un tono viscoso detrás de Jenna.

Su siniestra voz era tan aguda que a Jenna le dolieron un poco los tímpanos.

De repente, Jenna sintió oleadas de náuseas y quería vomitar.

Esa voz aguda envió escalofríos por todo su cuerpo; Finalmente, Jenna sintió calambres en el abdomen. Sintiéndose incómoda, se tapó la boca y se agachó.

"Silencio. ¿Cómo te atreves a hablarle a la Joven Señora de esa manera?" Una voz estricta se escuchó desde atrás. Minnie se dio la vuelta y se sorprendió al ver a una mujer de mediana edad con un mono de Richards Group y un par de anteojos acercándose a ella.

Ella mantuvo la cabeza en alto. Su aura sin duda dejaría a la gente asombrada.

Minnie estaba un poco sorprendida. ¿Quién era este sirviente? ¡Mantuvo la compostura tan asombrosamente!

Meroy miró severamente a Minnie, sus ojos brillaban con una luz aguda.

Caminó directamente hacia Jenna y se agachó a su lado. Luego la ayudó a levantarse y dijo respetuosamente: "Joven señora, ¿qué sucede? ¿No se encuentra bien?"