Cásate conmigo de nuevo romance Capítulo 391

Cuando la puesta de sol arrojó un brillo dorado sobre la playa, la boda se puso en marcha.

Sabrina salió del salón con Jenna.

El impresionante y prístino vestido de novia favorecía la figura de Jenna y su figura alta. Con su piel clara complementando toda la imagen, se veía hermosa y majestuosa.

Todos los ojos estaban centrados en ella. En ese momento, se convirtió en una estrella brillante, brillando con una luz deslumbrante.

Debido a la muerte prematura de Javon, habían cambiado el paso donde su padre la acompañaría por el pasillo. Sabrina la acompañaría y luego colocaría la mano de Jenna en la de Hansen.

En el momento en que Sabrina le pasó la mano a Jenna, Hansen la sujetó con fuerza. Su mano ancha y gruesa envolvió la mano delgada de ella.

Los ojos de Jenna se pusieron rojos en un instante.

¡Por fin llegó ese momento tan esperado!

Hansen bajó la cabeza y la miró con cariño.

"Tonta, no te pongas nerviosa. Estoy aquí". Le susurró al oído para consolarla. La verdad era que estaba igualmente emocionado.

Especialmente cuando tomó la mano de Jenna y caminó lentamente hacia el centro del escenario, al ritmo de la marcha nupcial, estaba tan emocionado que sus manos temblaban un poco. El maestro de ceremonias era un famoso presentador de televisión en A City, que era bueno para darle vida a la atmósfera.

En medio de los románticos discursos del maestro de ceremonias, la pareja intercambió sus anillos en el escenario.

Luego, el maestro de ceremonias les entregó el micrófono, invitando a los novios a dar un discurso.

Muchos eventos anteriores surgieron en la mente de Jenna. No había sido fácil llegar a ese momento. Sus ojos se empañaron. Seis años antes, cuando se había casado con Hansen, su mano había sido fría y sus palabras y acciones habían sido rígidas e indiferentes. Ese día, su mano estaba caliente como el fuego, e incluso un poco sudorosa. Ella sabía que era causado por su nerviosismo. Este evidente contraste hizo que Jenna suspirara de emoción y su corazón se desbordara de felicidad.

El estado de ánimo de Hansen no era más tranquilo que el de Jenna. Sosteniendo el micrófono con sus manos temblorosas, no pronunció promesas heroicas ni palabras emotivas. Simplemente se dio la vuelta para mirar a Jenna, sus ojos profundos estaban llenos de lágrimas y habló con firmeza.

"Una vez pensé que Dios era injusto conmigo en el amor. No podía aceptarlo y comencé a hacer algo mal. Después entendí que Dios ya me había dado a la mejor mujer. Fui yo quien no la amaba. y me perdí muchos buenos momentos. Ahora, finalmente todo se ha arreglado. Aunque he pasado por muchas dificultades, creo que siempre hay una luz al final del túnel. En el proceso, llegamos a conocernos y aprendí la esencia del amor verdadero. Creo que en el futuro, en comparación con los demás, sabremos más sobre cuidarnos mutuamente, cómo manejar nuestro matrimonio y cómo proteger nuestro amor. Mi esposa, puedes estar segura. A partir de ahora adelante, te escucharé y te amaré por el resto de mi vida".

¡Fue un voto hermoso! Cualquier otro juramento de lujo ni siquiera podría compararse con eso. La lealtad, el arrepentimiento y el amor incomparable se expresaron en sus palabras.

Jenna ya no pudo controlar las lágrimas que caían. Apretó los labios y levantó los ojos llorosos hacia el cielo.

El sol rojo colgaba en el cielo crepuscular. El mar a lo lejos y la playa dorada bajo sus pies formaban una deslumbrante vista al mar. Era seductor y romántico.

Todo esto se sentía como un sueño, pero era real.