Cásate conmigo de nuevo romance Capítulo 55

"¿Dijiste que Jenna vendría a verme en mi cumpleaños?" La abuela Richards volvió a preguntar cuando vio a Hansen salir con la cabeza gacha.

"Sí, abuela, ella lo prometió. Definitivamente vendrá". Hansen detuvo su paso. Con una sonrisa amarga en su rostro, respondió con certeza.

"Está bien", la abuela Richards asintió y comenzó a descansar con los ojos cerrados.

Mientras paseaba por Richards Manor, todos los buenos recuerdos de su infancia le vinieron a la mente. La abuela tomó su mano con una sonrisa y el abuelo se paró a su lado y lo miró con una sonrisa.

Mientras soplaba la brisa otoñal, de repente se sintió tan triste que quiso llorar. Por primera vez sintió que su abuela lo había abandonado. ¡Incluso Richards Manor también lo había abandonado!

¿Por qué pasó esto? ¿Fue todo por culpa de esa mujer? ¿Qué hizo para que su abuela confiara tanto en ella que estuviera dispuesta a renunciar a su propio nieto?

Apretó los puños. Sin saberlo, había salido de Richards Manor.

Su Hummer modificado era especialmente llamativo en las calles concurridas. Hansen condujo el auto sin ningún destino en mente. Toda su vida hasta hoy se había considerado exitosa, pero en este momento estaba perdido y confundido. Tenía un sentimiento extraño en él y parecía que había muchas cosas en su corazón que no podía dejar ir.

No cabía duda de que era un fracaso en el amor.

De hecho, su abuela ya se había comprometido. Incluso después de divorciarse de Jenna, ella planeaba darle su parte de la herencia, pero sin contar con Richards Manor.

Sin embargo, Hansen se sintió infeliz. ¡Se sentía muy triste, como si tuviera una espina clavada en el corazón!

Realmente no le importaba Richards Manor. La abuela todavía lo amaba. Todo lo relacionado con el Grupo Richards seguía siendo suyo. Lo único que faltaba era el derecho a heredar Richards Manor. Después de dividir la herencia, probablemente obtendría algunas villas en el centro de la ciudad. Esta cantidad podría obtenerse fácilmente con las ganancias de sus empresas dentro de un año.

Sin embargo, ese era su hogar, un hogar en el que creció. Ese sentimiento no podía medirse con dinero. Ahora, era como un niño que sentía que no importaba lo sobresaliente que fuera, no podía ser reconocido por su maestro. Su corazón estaba agrio.

En el camino sombreado, una hermosa figura caminaba sola. Su figura era hermosa pero solitaria, lo que hizo temblar su corazón.

¡Era ella, esa maldita mujer!

Esta mujer, que lo hizo sentir dolor e inquietud, que perturbó y arruinó su vida.

Apretó los dientes.

Quizás si él no la conociera, sería muy libre y fácil ahora. Sin embargo, se encontraron.

Había un atisbo de burla en los ojos de Hansen. Al verla caminar lentamente y levantar levemente la cabeza, pareció poder ver una sonrisa orgullosa en su rostro.

Soltó el pie que estaba pisando el acelerador.

"¿A dónde va ella?" Hansen no pudo evitar preguntar en su corazón.

El letrero de la Universidad C estaba frente a ella, lo que le recordó lo que dijo cuando salió esta mañana. Quería volver al campus para echar un vistazo.

D * mn, ¿por qué condujo el auto aquí sin ningún motivo? ¡Estaba secretamente sorprendido!

Sostuvo hábilmente el volante en su mano, pero sus ojos estaban fijos en Jenna, que caminaba frente a él.

¿Debería entrar con ella? Los años en la Universidad C fueron el comienzo de su pesadilla. Durante todo este tiempo, nunca regresó aquí porque no quería recordar esta pesadilla.

Pronto, entrecerró los ojos. Sus largas pestañas cubrieron la luz de sus ojos, y sus ojos eran feroces.

Un hombre alto seguía en silencio a Jenna, manteniendo cierta distancia con ella.

El corazón de Hansen latió más rápido.

¡Era Norton Richards!

¿Podría ser que vino aquí para una cita con Norton? Después de todo, Norton fue su primer amor. Tal vez ella todavía no podía dejarlo ir. Ella sabía que él nunca vendría al campus. Debe tener miedo de que él arruine su cita, por lo que decidió reunirse con Norton en el campus.

La Universidad C era la mejor escuela privada de toda la ciudad. Se plantaron árboles por todas partes en el campus y el paisaje era hermoso. Era el mejor lugar para que hombres y mujeres tuvieran citas cuando estaban en la universidad.

¿Cómo podrían elegir salir aquí?

La ira inexplicable de Hansen volvió a surgir desde el fondo de su corazón. ¿Estaba tratando de evitarlo al no contarle sobre la cita?

No les permitiría hacer lo que quisieran.

Sin dudarlo, condujo hasta el campus y los siguió lentamente.

Jenna vagaba lentamente por el campus de la Universidad C. Soplaba la brisa y la fragancia persistía, se sentía relajada y feliz.

Durante muchos años, ella nunca había entrado al campus. Cuando vino aquí hoy, en realidad no sabía en qué estaba pensando.