Cásate conmigo de nuevo romance Capítulo 609

"Señorita Yates, ¿qué sucede?" Octavia jadeó e inmediatamente atendió a Zoella.

"Me duele la barriga. Me duele". Zoella se mordió los labios. Estaba empapada en sudor y se veía pálida.

"Ah, vamos a llevarte al hospital entonces". Octavia la ayudó a levantarse presa del pánico.

Zoella apretó los dientes mientras soportaba las oleadas de dolor provenientes de su estómago. Sintió como si le manara sangre entre las piernas.

Oscar la pateó de lleno en el estómago la noche anterior, lo que casi la hizo perder el conocimiento por el dolor. Oscar no solo la torturó esa noche, sino que también le metió colillas y un encendedor bajo la provocación de Liya.

No sabía cómo se las había arreglado para sobrevivir. Sentía frío en todo el cuerpo y el dolor dentro de su abdomen seguía aumentando hasta el punto de que no podía ponerse de pie por sí misma.

Octavia solo podía hacer todo lo posible para apoyar a Zoella y salir con ella.

Había más sangre saliendo de entre las piernas de Zoella. Incluso una toalla sanitaria no pudo detener el sangrado.

Finalmente llegaron abajo. Octavia llevó a Zoella al hospital. Después de que llegaron al hospital, ayudó a Zoella a salir del auto y vio el líquido sanguinolento en el asiento trasero. El olor a sangre llenó todo el coche.

Octavia entró en pánico.

Rápidamente consiguió una cita con el médico para Zoella, y el hospital realizó una ronda de exámenes en Zoella.

El médico les dijo con expresión neutra que Zoella había tenido un aborto espontáneo.

Zoella y Octavia se sorprendieron al escuchar eso.

Zoella en realidad estaba embarazada.

Yacía en la silla quirúrgica del hospital. Su rostro estaba tan pálido como la ceniza.

Habían pasado un par de meses desde que Oscar la torturó por primera vez, y ella llevaba el fruto de su tortura todo este tiempo.

Estaba embarazada, y obviamente era de Oscar.

Óscar dio una patada al feto dentro de ella la noche anterior. ¡Eso fue genial!

Zoella se estremeció con los dientes castañeteando mientras soltaba una carcajada desgarradora.

Después de salir del quirófano, Zoella yacía en la sala con el rostro pálido. Miró fijamente por la ventana.

Estaba embarazada y el padre del bebé la pateó hasta que abortó.

Estuvo bien. Finalmente ya no tuvo que soportar la carga psicológica de cargar a su bebé.

Si todavía estuviera embarazada, entonces no sabría qué hacer.

Las lágrimas caían de sus ojos en silencio. Ella cerró los ojos.

Richards Manor estaba envuelto en una fina capa de niebla de la mañana. Los pájaros cantaban en lo alto de un árbol, trayendo consigo un ambiente alegre.

Liya salió del vehículo eléctrico. Chasqueó los talones, con el bolso en la mano, mientras se dirigía hacia el corredor del Ink Garden.

Después de trabajar duro la noche anterior, Liya recibió dos millones de dólares de Oscar y logró darle una lección a Zoella, esa perra. Aunque Liya estaba cansada, claramente estaba de buen humor.

Podía ver desde la distancia que la tía Ella se había llevado una olla con ella mientras salía del salón Ink Garden y se dirigía al exterior.

Liya bostezó cuando estaba a punto de regresar a su habitación de invitados para tomar una siesta.

No había nadie en la sala de estar cuando pasó Liya.

Liya estaba a punto de seguir caminando más abajo, pero se detuvo y reflexionó un momento. Echó un vistazo a la sala de estar y, de hecho, no había nadie dentro. Liya recordó el momento en que se coló en la habitación de Vivian para alterar el testamento, y estaba ansiosa por hacerlo de nuevo.

Vivian era la persona más rica del Ink Garden. No sería sorprendente que tuviera una gran colección de joyas raras en su dormitorio. Liya solo logró manipular el testamento previamente y obtuvo beneficios de él. Con su identidad actual, ya no tenía que colarse en el dormitorio de Vivian.

Con eso en mente, Liya alisó las arrugas de su atuendo y se dirigió directamente a la habitación de Vivian.

Vivian todavía estaba acostada en su cama. Estaba tan débil que parecía una bola de algodón.

"Maldita vieja". Liya soltó una maldición en voz baja mientras se acercaba y la miró con frialdad. Luego echó un vistazo alrededor de la habitación, en busca de algún objeto de valor.

Sin embargo, aparte de esos pesados muebles marrones, no había ningún artículo particularmente fino en el dormitorio de Vivian. Aunque esos pesados muebles marrones también eran valiosos, era imposible para Liya sacarlos del dormitorio por su cuenta.

Liya luego echó un vistazo al escritorio. Había algunas cosas antiguas en él, y no podía decir cuánto valían. Ella estaba un poco decepcionada a la vez.