Cásate conmigo de nuevo romance Capítulo 661

Jenna era la más cercana a ella. Entonces, se inclinó y acercó su cabeza a ella. Extendió la mano para levantar la muñeca, pero Vivian la detuvo.

"Abuela." Jenna la miró con los ojos muy abiertos y gritó con dolor.

Vivian abrió la boca y la miró. Las lágrimas brotaron de sus ojos. Respiró hondo varias veces y su cuerpo comenzó a convulsionarse.

"Llame a un médico." Jenna inmediatamente recobró el sentido. Solo tuvo tiempo de levantar la cabeza y gritar esta frase. Luego, vio a Vivian abrir los ojos por última vez, exhalar de repente y dejar caer la cabeza hacia un lado. Todo su cuerpo se hundió.

"¡Mamá!" "¡Abuela!" Todos se dieron cuenta de algo y gritaron a la vez.

Jenna estaba estupefacta. Solo sintió que el agarre de Vivian se estaba aflojando y su mano se estaba enfriando. Jenna gritó: "Abuela".

En un instante, todos se sorprendieron hasta la médula.

¡Vivian había fallecido!

Este era el entendimiento compartido de todos.

Después de solo un rato, la habitación inmediatamente estalló en fuertes gritos. Todos comenzaron a llorar en voz alta por Vivian.

Toda la habitación se llenó con el sonido de llantos y gritos, envolviéndolos en un aire de tristeza.

Todos comenzaron a recordar la increíble vida de Vivian. Ella había sido como una heroína. La amabilidad que habían recibido, la alegría que ella les había brindado, así como la mujer que había establecido la próspera Richards Manor, se habían ido así.

Todos sintieron el dolor, incluidos los sirvientes de Richards Manor, y todos comenzaron a sollozar amargamente.

En ese momento, Richards Manor ya estaba inundado de llantos lastimeros. El sonido del llanto sacudió incluso el cielo.

Jenna estaba acostada boca abajo junto a la cama de Vivian, sollozando sin parar.

Vivian la había mimado y cuidado. Jenna estaba profundamente conmovida y siempre reservó la gratitud y el respeto por Vivian. La partida de Vivian hizo que le doliera el corazón más allá de las palabras. Además de llorar, realmente no sabía qué más decir.

Solo ella entendió que Vivian había dejado el mundo con remordimientos.

Su amado nieto, Hansen, no estuvo allí con ella en su último aliento, y no pudo conocerlo, el nieto del que estaba más orgullosa en su vida. Que pena fue.