Cásate conmigo de nuevo romance Capítulo 83

"Mírate. Te ves tan conservadora. No pretendas ser monja. ¿Quieres seducir y ligar con más hombres?"

Él se rió y se burló de ella.

Jenna puso los ojos en blanco y maldijo para sus adentros.

"Hansen, ¿te mataría si no me humillaras por una vez?"

Aunque lo regañó en su corazón, no se atrevió a mostrarlo en su rostro.

Ella simplemente bajó la cabeza y permitió que él la guiara afuera.

"¿Puedes verte un poco animada? ¿Quién querrá mirar tu rostro si te ves tan triste?"

Hansen estaba descontento e insatisfecho.

Jenna se quedó sin palabras.

No tuvo más remedio que levantar la cabeza en alto y forzar una sonrisa.

Cuando los dos entraron en el ascensor, algunas personas les sonrieron y susurraron:

"Una pareja de marido y mujer felices".

Cuando Jenna escuchó sus palabras, murmuró para sí misma. ¿Qué parte de ellos parecía una pareja feliz? ¡Era evidente que se veía incómoda porque él le exigía que se viera animada!

Ella levantó la cabeza.

Hansen sonrió con aire de suficiencia.

"¿Por qué estaba sonriendo?" Su cara estaba ligeramente sonrojada.

Debajo del complejo de apartamentos, había una hilera de tiendas brillantemente iluminadas. La mayoría de las tiendas prosperaban mientras las risas llenaban el aire. Las parejas estaban una encima de la otra, disfrutando del ambiente animado.

Hansen envolvió sus brazos alrededor de Jenna. Los hacía parecer una pareja íntima.

Un Rolls-Royce exclusivo estaba estacionado en un lugar llamativo. El propietario del automóvil vestía un traje mientras metía las manos en los bolsillos. Parecía un caballero. Se apoyó en su coche. Sus rasgos faciales bien definidos lo hacían parecer un hombre generoso y noble.

"¡Rayan, él está aquí!" Jenna lo vio tan pronto como salió del ascensor. Su corazón de repente se aceleró al verlo. "¿Por qué estaba aquí? Eso significaba que probablemente sabía que yo estaba viviendo con Hansen".

Su rostro comenzó a arder. Quería acercarse, pero Hansen la sujetó con fuerza por la cintura, lo que limitó sus movimientos.

Ella sabía que Rayan los notó. Su rostro cayó al verlos juntos. Jenna se sintió incómoda. Abrió la boca para decir algo, pero vaciló.

"¡Oh, mira! ¡Tu ex está aquí!" Hansen apretó su agarre alrededor de su cintura, y había una sonrisa tranquila en su rostro. No estaba de mal humor. Estaba de muy buen humor, lo que reflejaba su estado de ánimo desde que salieron de la casa. La expresión de su rostro era como una brisa de primavera.

Jenna se sintió incómoda por todas partes y miró a Rayan con una mirada apagada.

—Jen, ¿cómo estás? Rayan caminó hacia ella mientras ignoraba por completo a Hansen. Él la miró y preguntó, con una mirada preocupada en su rostro. Había dolor e incertidumbre en sus ojos. Desde que ella se fue tan abruptamente ayer por la mañana, había estado un poco inquieto. Después de pensar por un momento, estaba aún más desconcertado por las palabras y los hechos de Jenna. Le preocupaba que Hansen la estuviera amenazando.

Fue al Grupo Richards temprano esta mañana para buscar a Jenna. Sin embargo, la gente de allí le informó que Jenna no vino a trabajar hoy, lo que lo hizo entrar en pánico. No sabía lo que estaba pasando con Jenna. La imagen de su rostro pálido y sus ojos llorosos nublaron su cabeza. Estaba extremadamente incómodo e inquieto. Se las arregló para rastrear a Hansen, y lo llevó a este lugar.

Efectivamente, no le tomó mucho tiempo verlos caminar juntos. Se veían muy compatibles e íntimos. Parecía que su relación actual era diferente a la anterior.

El corazón de Rayan se hundió. Su rostro parecía sombrío.

"Rayan, yo..." Jenna se sintió presionada, pero no se atrevió a decir nada porque Hansen estaba aquí. El otro día, él ya le había advertido que trazara una línea con Rayan. Cada vez que veía a Rayan con ella, se ponía furioso. Ahora que él estaba aquí, ella estaba petrificada.

"Oh, parece que estoy estorbando. Continúe por favor". Inesperadamente, Hansen se dio cuenta de la situación y dijo con mente abierta. Jenna luego se dio cuenta de que Hansen ya había soltado su cintura. También se dio la vuelta y caminó hacia un lado, permitiéndoles tener una conversación privada.

"No tengo ganas de comer nada". Todo lo que quería hacer hoy era tener un buen descanso. Ella no estaba interesada en nada más.

Jenna lo miró. ¿Hansen no iba a llevarla de compras mañana? El cumpleaños de la abuela Richard era dentro de unos días y no sabía qué regalo regalarle. Parecía que mañana iba a ser un día ajetreado, así que estaba bien con cenar algo esta noche. "Vamos a cenar en algún lugar cercano. No soy tan exigente. Puedes elegir lo que quieras", pronunció.

"Eres realmente fácil de complacer. Parece que eres mi pareja perfecta. Además, no necesito gastar mucho dinero para complacerte". Él sonrió levemente e hizo una broma. Jenna puso los ojos en blanco.

Había un restaurante decente a la vuelta de la esquina. Hansen la llevó al restaurante. Jenna revisó el menú e hizo su pedido. Minutos después de que el mesero le trajera la comida, ella la devoró. Hansen no dijo nada y solo comió su cena. Después de eso, se fueron a casa.

"Regresaré a mi habitación ahora, ¿está bien?" Jenna se estremeció al pensar en sus actividades anoche. Además, acababa de aplicar medicina en su herida, por lo que se sentía un poco incómoda. Después de estar sentada en el sofá durante mucho tiempo, estaba empezando a tener un poco de sueño. Entonces, forzó una sonrisa e intentó excusarse.

"No." Hansen negó su pedido sin dudarlo. "¿Qué te dije el otro día?" Parecía lívido.

¿Ese día? Jenna sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo. Ese día, dijo que quería que ella durmiera con él todos los días. ¡Dios mío, todos los días!

El corazón de Jenna latía contra su pecho. Sin mencionar que estaba herida. ¿No sabía que las mujeres normalmente se sentían mal un par de días cada mes? Si todas las noches fueron como la anterior, ¿podrá salir viva de Collier Manor?

Parecía que él había leído su mente. La comisura de la boca de Hansen se torció, pero permaneció en silencio.

Jenna estaba indefensa. Entró en la habitación de Hansen como si estuviera arriesgando su vida al hacerlo. Después de un tiempo, encontró un conjunto de pijamas que no eran demasiado reveladores. En silencio fue al baño a cambiarse. Mientras Hansen bebía agua, rápidamente se subió a la cama y se envolvió rápidamente en la colcha.

Este pervertido fue el que compró toda su ropa. La mayoría de sus pijamas eran muy delgados y reveladores. Bien podría no usar nada en este momento. Sin embargo, su ropa casual era más conservadora. Algunos incluso la cubrieron hasta el cuello.

Se acostó en la cama con los ojos cerrados y hundió la cabeza en la colcha. Se preparó mentalmente para ser torturada por ese hombre nuevamente en un momento. Ella estaba temblando como una hoja. Se sentía cada vez más incómoda mientras se acostaba debajo del edredón. Su cara y orejas estaban todas rojas.

Poco después, escuchó el sonido de los pasos de Hansen. Después de un rato, apagó las luces del dormitorio, dejando encendida solo la luz de la noche. La tenue luz cálida brillaba en el dormitorio, lo que hacía que la atmósfera fuera un poco romántica. Jenna se preguntaba qué tipo de malvado había diseñado esas luces, cuando incluso dormir tenía que ser tan sensual.

Cuando escuchó el sonido de Hansen quitándose la ropa, agarró la colcha contra su pecho con más fuerza, temblando de miedo.

De repente, sintió una ráfaga de aire fresco en la espalda. Pronto, sintió su cálido cuerpo acercándose al de ella. Él envolvió sus fuertes manos alrededor de ella y la abrazó. El cuerpo de Jenna se puso rígido cuando escuchó su respiración acelerada. Su corazón latía rápido. Lo único que esperaba era que fuera amable.