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"Lo soy", dijo Raeleigh. Sentía que uno debía hacerse responsable de lo que habían hecho y como Quirina terminó en el hospital por su culpa, tuvo que admitir quién era.
"Entonces, ¿tú eres Raeleigh?" Dijo Meica con una sonrisa forzada en su rostro. "Lamento mucho lo que sucedió. Como madre, no le había enseñado bien a mi hijo y eso les había causado problemas. Reflexionaré sobre este asunto y espero poder tener su perdón. Raeleigh, ¿me perdonarás?" ? ¿Puedes perdonar a Quirina también por mí?" Meica se inclinó hacia Raeleigh y habló, a pesar de lo molesta que estaba por dentro.
Raeleigh tenía una expresión tranquila en su rostro, aunque se sentía un poco sorprendida por dentro por el hecho de que la madre de Quirina se disculpó con ella. Meica no parecía alguien que se disculparía tan fácilmente.
Meica tenía una figura alta y curvilínea. Llevaba un vestido rojo. Tenía el pelo oscuro y rizos suaves. Sus labios eran de un rojo brillante. Todo en su apariencia la hacía parecer una persona que no se disculpaba, especialmente sus ojos misteriosos.
Raeleigh le devolvió la reverencia y dijo: "Este asunto no fue del todo culpa de Quirina, y yo también fui responsable de una parte".
Raeleigh no quería explicar ni discutir más sobre el asunto. Era obvio quién tenía razón y quién estaba equivocado en la situación. Correspondía a la persona decidir cómo ve el asunto.
Los ricos siempre se salen con la suya. No iba a desafiar la situación, y solo quería ponerle fin.
"Oh, Raeleigh, eres tan amable. ¿Cómo debo agradecerte por esto?" Meica dio unos pasos más cerca de Raeleigh y tomó sus manos de manera amistosa. Todos los demás en la sala estaban en silencio porque sabían que Meica no iba a dejar que este problema se fuera fácilmente.
Meica era conocida por ser astuta y mala. Ella era la mujer que Yousif tenía fuera de sus matrimonios. Como se había ganado la admiración de Yousif, demostraba que era muy buena manipulando a una persona.
La hija de Meica, Quirina, había sido golpeada tan brutalmente y Meica no iba a dejar que Raeleigh se fuera fácilmente. Se enteraron de que Johan la había echado de la casa y también fue ridiculizada por las esposas de Yousif. Fue un gran insulto para Meica y ella nunca lo dejaría pasar.
La joven frente a ella no tenía buenos antecedentes ni poder, por lo que solo era cuestión de tiempo.
Raeleigh solo respondió: "Somos compañeros de escuela. No está bien comportarse de esta manera".
"Eres sensata, Raeleigh, me preocupo por este asunto. Si tienes algo que necesites en el futuro, no dudes en venir a hablar conmigo. Si está dentro de mis posibilidades, estaré más que feliz de ayudarte. Acerca de Quirina, he sido demasiado suave con ella todo este tiempo. No te preocupes por eso. Cuando llegue a casa, me aseguraré de darle una lección para que no intimide más a sus compañeros de clase".
Meica palmeó a Raeleigh en su hombro. Raeleigh permaneció en silencio porque sabía que Meica no iba a recordar su lado bueno, sino todo lo contrario.
Independientemente, el incidente había ocurrido y no había nada que nadie como ella pudiera hacer. Solo podía dejarse llevar por la corriente y ver qué sucedía a continuación.
Meica continuó haciendo una pequeña charla cortés. Entonces, finalmente se fue con el equipaje de Quirina. Después de que se fueron, las camas volvieron a estar vacías.
Scarlette movió su equipaje a la cama que estaba enfrente de la cama de Raeleigh. Cubrió la cama con sábanas y abrió su maleta. Estaba lleno de libros y algo de ropa. Los libros parecían viejos y gastados.
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