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Marissa se sintió furiosa por lo sucedido. Intentó refrescarse con el exquisito abanico en la mano, pero fue en vano. Luego, sacó su teléfono y llamó a su nuera.
Sin embargo, su hijo tomó la llamada en su lugar.
"Mamá, ¿cómo es que llamas tan temprano en la mañana? ¿Qué pasa?" Hansen durmió hasta tarde la noche anterior. Aunque se había cuidado bien, a pesar de ser de mediana edad, estaba tan en forma como un hombre joven. Todavía tenía impulsos en la cama como siempre.
Hansen acababa de despertarse de su sueño cuando atendió la llamada y fue la llamada de Marissa la que lo despertó. Le preocupaba que el sonido despertara a Jenna, así que tomó rápidamente el teléfono.
Marissa se quedó atónita y puso cara larga. "¿Qué quieres decir? ¿Te estás quejando del hecho de que te estoy llamando?"
"¿Cómo puede ser eso? Te pregunté eso porque pensé que debía ser un asunto importante para ti llamar a esta hora. ¿Quién te enojó? ¿Dónde está Jepherson? ¿No está contigo?"
"Él fue quien me hizo enojar. ¿Puedes prestarle más atención a tu hijo y enseñarle modales?" Marisa se quejó. Hansen se sorprendió porque Marissa siempre había sido muy protectora con Jepherson.
"¿Qué pasa? ¿Qué hizo esta vez?" Hansen dijo mientras movía su mano a la cara de Jenna. Le acarició la cara con el dorso de los dedos y le apartó el pelo de la cara. Apenas había signos de envejecimiento en los rostros de Hansen y Jenna. El cabello de Jenna era suave como cuando era joven.
La cubierta se bajó y los hombros suaves y claros de Jenna quedaron al descubierto.
Estaba acostada en la cama sin ropa. A medida que las sábanas se bajaban, se mostraba su hermosa espalda. Había leves marcas de besos en su espalda y se veía impresionante.
Habían pasado años desde que habían estado juntos en una luna de miel, por lo que Hansen era extremadamente apasionado.
Cuando Hansen notó las marcas de besos en la espalda de Jenna, no pudo evitar inclinarse para besarla de nuevo. Jenna estaba en su límite y estaría arriesgando su vida si continuaban. Por lo tanto, ella eligió hacerse la muerta.
Hansen se sintió mal por Jenna, así que volvió a taparla y se concentró en su llamada telefónica con Marissa.
"Se trata del compromiso, por supuesto. Ya les he dicho muchas veces que deberían instar a Jerry en este asunto, pero no se molestaron en hacerlo. Ninguno de ustedes me escuchó".
"Ahora, las cosas están incómodas con Deanna de la familia Whalen. ¿Por qué no resolviste este asunto antes? No tiene sentido esperar".
"¿No acordamos hablar de este asunto solo después de que Jepherson se gradúe de la escuela? A pesar de tu interés en que Deanna esté con Jepherson, conoces las reglas de la familia Richards, que era aceptar la poligamia. Rayan no va a estar de acuerdo con que." Hansen siempre había querido eliminar esta regla loca de la familia Richards porque permitía que los hombres se divirtieran a espaldas de sus esposas y también ponía a las mujeres en un dolor innecesario.
Desafortunadamente, fue una misión difícil. Hansen había sacado el tema muchas veces, pero Marissa siempre había estado en desacuerdo. Era obvio qué intenciones tenía en mente.
Aunque no tenía intención de obligarlo a casarse de nuevo, quería mantener la regla, para poder tener una forma de molestar a Jenna o advertirla.
Hansen no necesitaba a nadie más que a Jenna, y tampoco deseaba que su hijo tuviera más de una esposa.
Un hombre debe ser leal a una mujer en su vida.
Hansen quería usar esto como una excusa para deshacerse de esta regla en la familia Richards. De esta forma, la familia Richards podía evitar que se produjeran amoríos bajo la excusa de transmitir el apellido.
Es una sociedad moderna y para que un hombre tenga más de una esposa legalmente, nadie de una familia decente permitiría que su hija se involucrara en eso.
Por no hablar de Rayán.
Hannah cortaría lazos con ellos.
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