Cásate conmigo de nuevo romance Capítulo 856

"Abuela, lo sé y me ocuparé de los asuntos escolares en consecuencia. No te preocupes por mí". Raeleigh no quería que su abuela se preocupara demasiado, pero aun así le contó sobre las personas que la intimidaban en clase.

La anciana era una mujer razonable y entendía las luchas. Su nieta era muy digna y hermosa, y también destacaba en sus estudios. Sin mencionar que en una escuela tan cara, incluso si fuera una escuela ordinaria, habría muchos matones que molestarían a los pobres.

"Pero la sociedad es así. Hay demasiados fraudes y estafadores por ahí. Si no aprendes a protegerte y llevarte bien con esta sociedad, entonces no puedes establecer un punto de apoyo en esta sociedad".

La anciana suspiró, porque no tenía la capacidad de proteger a su nieta.

Raeleigh sostuvo el brazo de su abuela y sonrió sin decir nada.

La anciana no se olvidó de Scarlette. Ella dijo: "Scarlette no parece una persona común. Tienes que tener cuidado cuando está a tu lado. Nunca me equivoco cuando se trata de personas, esta niña...".

La anciana dudó por un momento y dijo: "El corazón humano es profundo y engañoso, deberías estar más alerta".

"Está bien, abuela". Raeleigh no dijo nada más. Ayudó a la anciana a llegar al mercado de verduras más cercano.

El lugar no era muy grande y el mercado de alimentos cerca de la casa de su abuela era muy pequeño. Entonces, ella y su abuela entraron y comenzaron a elegir los ingredientes crudos que necesitaban para preparar la cena ese día. Raeleigh compró un pescado especialmente para ella. A lo largo de su vida, a la anciana no le gustaron muchas cosas, a excepción del pescado. Le encantaba el pescado.

Raeleigh sabía que a su abuela le gustaba comer pescado desde que era niña. Sin embargo, siempre se contenía y le daba la carne de pescado a Raeleigh mientras ella solo comía los huesos. Su abuela siempre decía que Raeleigh debería comer la carne, ya que era nutritiva y la ayudaría en su crecimiento y desarrollo. Ella siempre decía que no permitiría que su nieta tuviera un crecimiento atrofiado debido a la falta de nutrientes.

Cuando creció, ya no podía comer más. Raeleigh todavía tenía 100 dólares que había ahorrado de las ganancias del juego. Compró algunas verduras y pescado ese día. La anciana no la detuvo porque tenían un invitado.

Cuando regresaron a casa, encontraron que Scarlette se había acostado a dormir. Raeleigh ayudó a su abuela a entrar para tomar asiento. Al ver que Scarlette aún estaba dormida, fue a preparar la cena por su cuenta. La anciana pensó para sí misma sobre Scarlette: "Esta niña es tan descuidada".

Se había quedado dormida mientras cuidaba la casa.

Después de que Raeleigh terminó de preparar los platos, la anciana despertó a Scarlette para que comiera. Todavía estaba aturdida cuando abrió los ojos y vio a las dos personas frente a ella. Recordaba a Raeleigh pero la anciana...

Le tomó bastante tiempo recordar quién era la anciana.

"Ven, come, no sé qué te gusta comer. ¿Qué te gusta comer? Haré que Raeleigh te lo cocine en el futuro cuando visites aquí". La anciana le cortó un trozo de pescado y Scarlette inmediatamente le entregó su plato y lo recibió. Sin importar lo que se sirviera, a ella le encantaría.

La anciana tenía una buena impresión de Scarlette. De camino al mercado antes, Raeleigh había mencionado que Scarlette no tenía familia porque era huérfana.

Independientemente de si era cierto o no, el niño parecía estar bien.

Después de la cena, la anciana fue a ver la televisión. Raeleigh le mostró a Scarlette el lugar. Cuando estaban a punto de irse a la cama, los dos sacaron su computadora portátil y la conectaron al punto de acceso wi-fi desde sus teléfonos celulares y comenzaron a jugar.

"Es tarde. ¿Por qué no descansas?" La anciana se había dormido temprano. No sabía qué estaba haciendo Raeleigh, solo que no estaba durmiendo, así que preguntó preocupada.

"Existe este juego en línea en el que podemos ganar dinero. Lo he jugado con Scarlette desde hace bastante tiempo. Aunque no es mucho, es suficiente para cubrir mis gastos de subsistencia. Abuela, puedes irte a dormir primero y no preocúpate por nosotros".

La anciana no se preocupó cuando escuchó eso. Sabía que el niño que crió no era alguien adicto a los juegos. Si no fuera por esos pequeños gastos de manutención, entonces no se habría molestado.