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El coche de policía estaba aparcado fuera. Sin embargo, no fue tan intimidante como la flota de autos de la familia Whalen.
La policía sabía que este caso no era tan sencillo como parecía.
Raeleigh y Zorion fueron conducidos al auto de la policía y se los llevaron. Deanna ya estaba hablando por teléfono con su abogado, lista para presentar una demanda para probar su inocencia. Raeleigh no tendría que preocuparse por nada en absoluto.
Deanna subió a otro auto y siguió a la policía.
Llegó a la comisaría momentos después que los policías.
Sosteniendo el cuaderno en la mano, Deanna salió del auto y caminó hacia los policías. "Manejaste demasiado lento. Tuve que pedirle a mi conductor que se detuviera varias veces", dijo en broma.
Los policías estaban estupefactos. ¿Qué en el mundo?
Tan pronto como Raeleigh y Zorion salieron del coche de policía, ella corrió para consolarlos. "No te preocupes. La justicia está de nuestro lado. Ya llamé a mis abogados, estarán aquí en poco tiempo".
Antes de que Deanna pudiera terminar de hablar, cuatro autos deportivos negros se detuvieron frente a la estación de policía simultáneamente, ocupando todos los espacios de estacionamiento destinados al uso de la policía. Luego, algunas personas se apearon de los autos.
Había cuatro hombres con trajes negros. Sus asistentes corrían detrás de ellos, cargando bolsas.
Se acercaron a Raeleigh y Zorion. "Sr. Zorion, señorita Deanna".
Deanna presentó a Raeleigh a los abogados. Volviéndose hacia Raeleigh, la saludaron cortésmente, "Hola, señorita Anson".
Raeleigh respondió con un rápido asentimiento.
Uno de los abogados dijo: "Vamos a hacer una revisión de todo el cuerpo para evitar contratiempos. Tenga la amabilidad de cooperar con nosotros".
Tan pronto como el abogado dijo esto, las personas detrás de él comenzaron a sacar las cosas que necesitarían para realizar el chequeo.
Incluso hubo un fotógrafo que también les tomó una foto.
"Señor Zorion, por aquí, por favor".
"Señorita Anson, por aquí, por favor".
"Lamento molestarte".
Raeleigh y Zorion entraron a la estación de policía. Scarlette se frotó las sienes. Si ella fuera parte del Equipo de Investigación Criminal, seguramente enloquecería. Scarlette pensó para sí misma.
Llevando el cuaderno, Deanna los siguió hasta la estación. Se sentó junto con los abogados, escuchando atentamente lo que decía la policía.
El Equipo de Investigación Criminal estaba bajo mucha presión, ya que se enfrentaban a cuatro destacados abogados de Capital City.
Raeleigh y Zorion estaban detenidos en el calabozo de la policía.
No mucho después, llegó Jefferson.
Corrió a la estación de policía con Stuart detrás de él.
Stuart inmediatamente acercó una silla para Jepherson. Se sentó con las piernas cruzadas, su mirada se centró en Scarlette y Deanna, que estaban ocupadas jugando.
"Jepherson, estás aquí", dijo Deanna.
Estaba tan ocupada jugando que ni siquiera se molestó en mirar hacia arriba.
"No me hagas caso, no hay prisa", Jepherson no quería molestar a Deanna. En cambio, lanzó una mirada aguda a Scarlette. Hizo que su corazón latiera como loco.
Instantáneamente dejó de hacer lo que estaba haciendo y miró a Jepherson, sorprendida.
Incluso Stuart tenía una expresión de molestia en su rostro. Ya era muy tarde en la noche y habían perturbado el descanso del Sr. Jefferson. ¿Qué estaban haciendo? Pensó para sí mismo.
Lo que pasó no fue poca cosa. Si el director no hubiera llamado, ¿Se lo habría guardado Scarlette? Jepherson se enfureció.
Scarlette se sintió agraviada. Su teléfono había sido confiscado, por lo que no tenía posibilidad de decírselo. Ella estuvo con Deanna todo este tiempo, sin mencionar que los abogados de Zorion también estaban allí.
Jefferson miró hacia otro lado cuando vio al jefe del Equipo de Investigación Criminal.
Se acercó a Jepherson, pero Jepherson ni siquiera levantó la vista.
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