Castigado por su amor romance Capítulo 1048

Jane también alcanzó a ver aquellas pocas palabras.

La letra de la postal era especialmente bonita. Sin embargo, los trazos, que tenían una especie de encanto, también mostraban una sensación de agresividad. Cuando Jane vio esa letra, pensó en la repartidora de envíos internacionales de esa mañana.

Jane sintió que la letra era muy similar a la que esa mujer podría tener.

‘Alex, estoy de vuelta’.

‘¿Quién podría ser?’.

Su intuición le dijo a Jane que no era un hombre.

Tampoco era un asunto de negocios.

‘¿Era un asunto personal?’.

El corazón de Jane se hundió un poco.

Después de que Alex viera estas cuatro palabras, se apresuró a guardar la postal. Luego, levantó la mirada y miró a Jane sin expresión alguna.

"Alex...", lo llamó Jane con suavidad.

Alex no dijo nada.

Había un atisbo de impaciencia en su expresión.

Jane preguntó con preocupación: "Alex, ¿he hecho algo malo?".

Alex se burló: "¿Tú qué crees?".

Jane se quedó sin palabras.

El tono de Alex sonaba muy frío y severo: "¿Sabes quién es el Viejo Amo Shaw para Sebastian?".

Jane se mordió los labios. "No... no lo sé".

Su vida había sido muy sencilla, y rara vez le preguntaba por asuntos del mundo exterior, especialmente cuando se trataba de relaciones complicadas entre otras personas. Jane lo evitaba siempre que podía. Simplemente sabía que el Viejo Amo Shaw había sido bueno con Sebastian en el pasado. Sin embargo, no sabía el alcance de esa amabilidad.

"¡La amabilidad fue primordial! Por lo tanto, ¡Sebastian puede poner la mano encima de cualquiera menos del Viejo Amo Shaw! Por eso el Viejo Amo Shaw y la Familia Lynn han podido salirse con la suya. Sebastian y yo hemos estado pensando en formas de lidiar con ellos durante los dos últimos días en el Grupo Ford, al final...".

Alex señaló a Jane. "Realmente trajiste a Ruth e Yvonne contigo y fuiste directamente al hospital. Incluso provocaste al Viejo Amo Shaw tan descaradamente. ¿Sabes que lo que hiciste solo le ha dado al Viejo Amo Shaw aún más pruebas para tener contra nosotros?".

Jane lloró al instante: "Entonces... ¿qué debemos hacer ahora?".

Una vez que se sintió nerviosa en su corazón, se olvidó del asunto de la postal. Toda su mente y su corazón estaban concentrados en Sabrina, y tampoco se dio cuenta del cambio de expresión de Alex.

Alex sacó una tarjeta de débito del bolsillo de su traje y se la entregó a Jane.

Ella solo era una sirvienta en su casa.

Eso era todo.

Él ya no quería tenerla en su casa, así que por supuesto, le pediría que se fuera.

Alex bajó la cabeza y recogió la tarjeta bancaria cuando vio que se le cayó de la mano, y se la volvió a entregar. "Hay diez millones de dólares aquí. Si no es suficiente para ti en el futuro, puedes llamarme. Me haré cargo de tus gastos de manutención durante el resto de tu vida".

Jane se obligó a forzar una sonrisa.

Era una adulta.

Tenía más de treinta años y también era mayor que él.

Él la había salvado en el pasado.

Se recordó a sí misma que solo trabajaría para él como sirvienta en su casa y que nunca querría tener un estatus. Sin embargo, fue ella quien se aferró a él.

Él nunca había dejado clara su postura.

Nunca había dicho que le gustaba, ni mucho menos que la amaba o algo parecido.