Castigado por su amor romance Capítulo 1068

El Viejo Amo comenzó a reír. Su tono era tranquilo, como si tuviera todo bajo control, lo que también era otra forma de mostrar su desprecio hacia Sabrina. "No habría tenido éxito si no tuviera nada contra ti. Donde hay humo, encontrarás fuego. Tienes que tener debilidades para que algo como esto funcione".

Miró a Lincoln y le preguntó: "Tú... eres mi padre, ¿verdad? Biológicamente hablando".

"No tengo una hija tan despreciable como tú", respondió el hombre con ferocidad.

"¿Todo esto, solo para que puedas salvar a tu adorable hija que está en el hospital?", murmuró ella.

"¿No es tu obligación salvarla?", rugió Lincoln. "¡Ambas tienen la misma sangre corriendo por sus venas, y aún así planeas verla morir! ¿Cómo me convertí en el padre de un monstruo de sangre fría como tú?".

"¡Monstruo de sangre fría!", murmuró Sabrina para sí misma. Levantó la cabeza para contemplar el cielo, tratando de contener sus lágrimas. Volvió a mirar al Viejo Amo Shaw y le dijo: "Ahora sí creo en lo que dijo antes".

"¿Sobre qué?", preguntó él, extremadamente orgulloso de sí mismo en ese momento.

"Lo que dijiste, sobre que cuanto más viejo, más sabio te haces", murmuró ella.

"Gracias por el cumplido".

"Pero yo...". Las lágrimas en sus ojos amenazaban con caer y, por primera vez en su vida, finalmente sintió ganas de rendirse. No era la misma persona de antes. Tenía una hija, que era demasiado joven para vivir sin su madre. Por muy fuerte, intrépida o inteligente que fuera Aino, una niña sin su madre podía significar tan poco como el pasto del suelo para los demás, y esa era la cruda verdad. Si esto significaba que podía sobrevivir, estaba dispuesta incluso a actuar como un perro cuando se lo pidieran. Con tal de mantenerse a flote.

La mirada de desprecio del Viejo Amo Shaw se tornó más fría. "Pensé mucho en esto. Mi nieta está tan enferma que un solo riñón no la convertiría en una persona completamente sana. Pero si tiene dos riñones nuevos, ¡estaría completamente libre de enfermedades desde ahora!".

"Yo...". El tono de voz de Sabrina se suavizó. "Yo... estoy de acuerdo. Estoy de acuerdo en dar uno de mis riñones a su nieta, por favor...".

"¿Estás de acuerdo?", preguntó sarcásticamente el Viejo Amo Shaw.