Castigado por su amor romance Capítulo 1134

Al ver la cálida expresión de su primo y la delicadeza con la que hablaba con Sabrina, a Nigel casi se le salen los ojos.

Él se había equivocado hace un momento.

Ahora, parecía que los otros tenían razón.

Su primo sí que había cambiado.

Ya no estaba sediento de sangre, ya no mataba a la gente de forma casual, y ya no era tan frío y despiadado.

Sin embargo, ¡eso tampoco parecía ser la completa verdad!

¡Los otros no tenían toda la razón!

Su primo se volvió increíblemente cálido, ¡pero eso era solo con Sabrina y Aino!

Frente a los demás, incluso frente a Nigel, el primo de Sebastian, este seguía siendo la misma persona.

¡Él nunca cambió!

Además, ¡Nigel podía darse cuenta que su primo estaba presumiendo en su cara!

En otras palabras, ¡su primo parecía estar celoso!

Nigel se quedó sin palabras.

Todavía no había comido, pero parecía que toda esa escena se le había metido en la garganta y le había llenado el estómago.

Se quedó mirando con torpeza mientras su primo hablaba por teléfono. “¿Qué dijiste? ¿Alex? Ya sabes que últimamente he estado ocupado con los asuntos de Mamá y no me he puesto en contacto con él. Esa vez, fue Alex quien se encargó de todo el asunto para encontrar a la familia de la persona que Selene asesino. Todavía no le he dado las gracias por eso, así que debería llamarlo”.

Sabrina le instó a Sebastian. “Sí, deberías darte prisa y llamar”.

“De acuerdo”.

Después de colgar, Sebastian ignoró a los funcionarios en la mesa del comedor, incluyendo a su primo, Nigel, y a su tía y tío.

Él inmediatamente salió para llamar a Alex.

El teléfono de Alex también salía fuera de servicio.

¿Qué estaba pasando?

El corazón de Sebastian se congeló por un momento.

Entonces, llamó al teléfono fijo de la casa de verano de Alex.

El teléfono fue contestado inmediatamente.

Sebastian y la persona al otro lado hablaron al mismo tiempo.

Una vez, en un famoso bar de Europa del Este llamado Bar Negro, Lily había escuchado que el bar tenía muchos juguetes nuevos y maravillosos. Aquellos que podían pasar el rato en ese bar definitivamente tenían antecedentes muy específicos.

Ya sean propios, o apoyándose en alguien más.

Lily, una mujer pura y limpia, había entrado en ese bar sin nada encima.

Negro, como sugería el nombre, significaba que era el hogar de muchas cosas turbias.

El negocio del bar estaba extrañamente en auge.

Sin embargo, incluso antes de entrar al bar, se veían muchos guardias ubicados afuera, cargando armas.

Los que entraban conducían coches de lujo valorados en millones de dólares, o tenían grupos de mujeres con poca ropa detrás de ellos.

Básicamente, ninguna de esas personas era gente a la que quisieras provocar.

Sin embargo, en un lugar así, Lily se había atrevido a entrar sola.

Con solo entrar al bar, ya había atraído muchas miradas.

Cuando estuvo en la puerta y los guardias la inspeccionaron, esas personas soltaron silbidos de sorpresa.

Ellos hablaban en el idioma local. “¿Una pequeña paloma como tú podrá volver a salir una vez que entre aquí?”.