Castigado por su amor romance Capítulo 1177

Esa noche, casi no pudo dormir. A la mañana siguiente, Holden se despertó y retomó la misma ruta del día anterior. Condujo directamente a la antigua residencia de los Ford. Esperó en el cruce y alrededor de las ocho, la pareja de señores, Sean y Rose, salieron de su casa con ropa informal. Los dos estaban charlando y riendo entre ellos, y Holden se encontró muy sorprendido por la vista.

"¡Sean! ¡Ha pasado un mes desde que te enfermaste y Sebastian no ha venido a visitarte!", se quejó Rose en un tono frustrado.

Sean suspiró. "No debimos ayudar al Viejo Amo Shaw en su plan contra Sabrina. A pesar de todo, ella es la esposa de Sebastian. Matarla nos hubiera perjudicado también, ¿y mira lo que terminó sucediendo? Hasta el anciano se vio envuelto en eso. ¿Quién habría imaginado que Sabrina era en realidad su nieta y que Selene no era más que una impostora?".

"Y ahora se han revelado sus verdaderas identidades y se ha demostrado que Sabrina es la nieta legítima del Viejo Amo Shaw", se burló Rose. "Pero tanto Sabrina como su madre son unas mujeres desalmadas. El Viejo Amo Shaw ha estado en cama enfermo durante todo el último mes, ¡y ella ni siquiera ha venido a ver a su abuelo! ¡Y mucho menos a visitarte!".

Luego, ella soltó un suspiro. "¡Ya sea de quién es nieta o si es la esposa de Sebastian, el hecho es innegable, y es que esa mujer es manipuladora y cruel por naturaleza! Solo piénsalo, si no fuera así, ¿cómo logró hechizar a Sebastian? ¿Sebastian es un hombre tan fácil? Frost ha estado tratando durante años de acercarse a él y ha fallado cada vez. Tú lo sabes Sean, Frost creció bajo nuestro cuidado. Se graduó de una Universidad de las prestigiosas Ivy League en el extranjero, ¿no es al menos diez veces mejor que Sabrina?".

"¡No deberías mencionarla más! No creo que tenga ninguna posibilidad de terminar con Sebastian. Nunca en su vida...", suspiró Sean.

"¡Eso es demasiado bueno para una z*rra barata como Sabrina!".

La pareja continuó su camino bajando la calle mientras charlaban, pero mientras caminaban, un joven se interpuso repentinamente en su camino.

"¡Cuánto tiempo, viejos!". Holden los saludó con una mueca torcida en su rostro.

Sean notó de inmediato que el hombre no se les acercaba con buenas intenciones. Asustada, Rose se escondió detrás de Sean y sacó su teléfono para comunicarse con los sirvientes y guardaespaldas de la casa.