Castigado por su amor romance Capítulo 12

Cuando escuchó la noticia, Sabrina sintió de repente que su corazón le dolía de celo.

Sebastian y Sabrina eran marido y mujer, pero eran como extraños.

Resulta que la persona con la que Sebastian estaba a punto de comprometerse era su enemiga.

¡Sí!

¡Su enemiga!

Sabrina aún no sabía la causa de la muerte de su madre. Quería investigar, pero ni siquiera tenía dinero para volver a casa.

No había nada que pudiera hacer ahora.

Solo podía aguantar.

Jade se acercó apresuradamente a Lincoln y le agarró la mano con gran emoción. "Lincoln, ¿es cierto lo que dijiste? ¿Sebastian celebrará una fiesta de compromiso con Selene? ¿No deberían reunirse primero los padres de cada familia? ¿El abuelo y el padre de Sebastian han aceptado a Selene? ¿No les importa que Selene sea adoptada?".

Al oír mencionar la palabra "adoptada", la pena de Sabrina creció en su corazón.

Selene y Sabrina fueron criadas juntas en esta casa.

Selene fue adoptada cuando tenía dos años, y Lincoln y Jade la trataron inmediatamente como una joya preciosa. Por otro lado, Sabrina se convirtió en su hija adoptiva de las afueras de la ciudad cuando tenía doce años. Durante ocho años, tuvo que depender de la caridad de los demás y vivió una vida peor que los animales.

Sabrina no pudo evitar lamentarse. ¿Por qué Selene tenía una vida tan buena?

Ella salió de la sala con una mirada triste.

"¡Eh todavía no hemos terminado!". Jade se paró delante de Sabrina. "¡Medio millón!".

"¿De qué estás hablando?". Lincoln miró a Jade sorprendido.

"La criamos por ocho años. La alimentamos y la compramos ropa, le pagamos el costo de la universidad y le dimos atención médica a su madre enferma. ¿Crees que ese dinero cayó del cielo?". Jade miró fijamente a Lincoln.

Lincoln dijo: "¡Jade! No olvides...".

"¿Qué? ¡No olvides que ella es una Scott, no una Lynn!". Jade interrumpió las palabras de Lincoln.

Lincoln se quedó de repente sin palabras.

Sabrina miró a la pareja que tenía delante mientras jugaban al policía bueno y malo, sintió un asco incomparable, pero seguía pareciendo indiferente en la cara. "Te he dado cincuenta mil dólares. Si te atreves a tocar la tumba de mi madre, nunca les dejaría en paz. ¿Me oyeron?"

Después de decir eso, se fue sin mirar hacia atrás.

Lincoln esperó a que Sabrina saliera por la puerta y le gritó enfadado a Jade: "¿Cómo puedes ser tan cruel?".

"¿Estás arrepentido ahora?", se burló Jade. "¡Déjame decirte esto, Lincoln! Si un día descubría que el hombre con el que se va a casar Selene es el que ella salvó ofreciendo su propia dignidad, ¿no crees que te odiaría? ¡Si Sebastian se entera de esto, toda nuestra familia será condenada! ¿Crees que le dije medio millón de dólares porque realmente quiero el dinero? La estoy obligando a dejar Ciudad del Sur".

"¿Obligarla a irse? ¿Adónde podría ir una chica sola y miserable?", preguntó Lincoln.

"¡Puede ir a dónde quiera!". Jade dejó escapar un gruñido impaciente. "Siempre que no afecte la felicidad de nuestra preciosa Selene. Lincoln, Selene fue criada por ti desde que era una bebé, ¡tu corazón no puede ser robado por Sabrina!".

Cuando le mencionó a su hija Selene, Lincoln se olvidó inmediatamente de Sabrina.

Sabrina estaba tan emocionada que sintió que iba a llorar. "Sí, estoy disponible. Estoy disponible. Gracias, gracias por la oportunidad de la entrevista, ¡es genial!".

Después de colgar, Sabrina subió un autobús para ir a la papelería y compró algunos lápices, una goma de borrar, papel de borrador, una regla a escala, entre otras cosas. Quería practicar en casa. No tenía computadora, así que tenía que hacerlo todo a mano.

Al día siguiente, Sabrina fue al hospital temprano para ver a Grace y luego volvió a su casa para empezar a trabajar en sus dibujos. Dibujó varios diseños hasta altas horas de la noche. Sabía que no tendría muchas oportunidades, así que debía aprovecharlas cuando se presentara mañana en la oficina.

No tenía tiempo que perder.

Cuando Sebastian volvió por la noche, vio que la luz de la habitación de ella seguía encendida. Después de una o dos horas más, salió de su habitación y se dio cuenta de que la luz seguía encendida. Levantó la mano y quiso llamar a la puerta para preguntar qué estaba haciendo.

Después de pensarlo un poco, volvió a bajar la mano y regresó a la cama.

Al día siguiente, Sebastian se levantó muy temprano.

Había acordado con su madre que tendría una pequeña boda con Sabrina, la recepción podría ser omitida, y solo harían la ceremonia. Quería recoger a su madre con Sabrina, para que se dirigieran al hotel, y se pudieran hacer los preparativos.

Sin embargo, esperó en el salón durante una hora, pero no vio a Sabrina salir de su habitación. Sebastian no pudo evitar fruncir el ceño.

‘¿Siempre se ha levantado tan tarde antes de ir al hospital para acompañar a mi madre?’.

‘Esta mujer es verdaderamente perezosa’.

Después de esperar otra hora, Sabrina seguía sin dar señales. La mirada de Sebastian se llenó de impaciencia. Se levantó y se dirigió a la habitación de Sabrina, levantó el pie y abrió la puerta de una patada, sin piedad.

Miró al interior de la habitación y se quedó perplejo.