Castigado por su amor romance Capítulo 1230

Sebastian se quedó atónito de repente. Entonces, preguntó inconscientemente: “¿Cómo se ve?”.

El gerente describió con pánico: “Delgado y alto, tiene un par de lentes…”.

Los presentes intercambiaron una mirada y luego bajaron al mismo tiempo. Cuando bajaron las escaleras, vieron que había un par de personas en una esquina del lugar, y todos estaban golpeados en el suelo. A algunos les salía sangre por la comisura de la boca y otros tenían los ojos hinchados por los golpes.

También había una persona a la que le habían raspado un trozo de piel de la mano.

“¿Dónde está el alborotador de hace un momento?”, preguntó el gerente mientras ayudaba a uno de los meseros a levantarse.

El mesero dijo débilmente: “Se… se escapó”.

El gerente estaba estupefacto.

Esa persona había atacado demasiado rápido. Los pocos meseros no lo habían podido ver con claridad en absoluto. Además, esa persona no perdió el tiempo en absoluto. Con solo unos pocos movimientos rápidos, los había golpeado, luego se había dado la vuelta y se había ido.

Sebastian preguntó con voz profunda: “Esa persona… ¿Por qué los golpeó a todos?”.

Uno de los meseros dijo: “Quería subir a la fuerza. Le habíamos dicho que este lugar había sido completamente reservado por usted hoy y que no podía entrar. Esa persona insistió y dijo que el anciano acababa de subir, así que él tenía que subir…”.

“¡Es él! ¡Es él otra vez! ¡Maldición! Sebastian…”. Sean se lamentó con agitación.

Sebastian se quedó sin palabras.

Ni siquiera miró a su padre y se limitó a voltear la cabeza para mirar al gerente. “¡Ve a revisar las cámaras de seguridad!”.

El gerente fue inmediatamente a la oficina de seguridad. Al final, el resultado después de la revisión fue que, durante ese periodo de tiempo que ocurrió el conflicto, hubo cinco minutos completos en los que la cámara de seguridad estuvo distorsionada.

El gerente no sabía qué decir.

Sebastian miró a Kelvin y dijo con calma: “¿Ves? No es un delincuente imprudente. Él tiene un plan, y también usará tecnología avanzada para interferir primero con la vigilancia de antemano”.

Martin y Kelvin preguntaron al unísono: “¿Podría… podría ser él?”.

Sebastian negó con la cabeza. “No puedo estar seguro”.

Era el conductor de Kelvin, por lo que necesitaba utilizar el sistema de navegación para llevar al anciano de regreso. Además, no estaba familiarizado con el temperamento del anciano ni con lo que estaba pasando, así que el conductor se quedó en silencio mientras conducía en la carretera.

Después de llevar al anciano a su casa y verlo entrar por la puerta principal, el conductor regresó a la casa club para informar a Kelvin.

Por el momento, la casa club había vuelto a la normalidad.

Los pocos meseros, que habían sido golpeados hasta el cansancio, habían ido al hospital para ser curados y vendados. Sebastian y sus tres mejores amigos estaban sentados en la sala privada como si nada hubiera pasado.

Sus tres mejores amigos estaban tratando de convencer a Sebastian.

“Sebastian, el señor Ford es tu padre, después de todo”, dijo Martin.

“Han pasado tantos años. No ayudaría al asunto si lo culparas de nuevo. Incluso si tienes tus razones, ya no puedes seguir discutiendo con el viejo. Después de todo, ya tiene más de setenta años”, dijo Kelvin mientras continuaba con lo que había dicho Martin.

Tras decir eso, miró a Alex. “¡Alex! ¿Por qué no dices algo para convencer a Sebastian? Usualmente, eres el que más opina, pero ¿qué te pasó hoy?”.

Alex se burló débilmente: “¡Ja! Te esforzaste mucho para tener esta reunión. Al principio, pensé que estabas aquí para consolarme, pero, Kelvin, resulta que la razón principal por la que estás aquí es para hablar con Sebastian sobre su hermano gemelo menor…”.