Castigado por su amor romance Capítulo 1245

"¡Muy bien! ¡Excelente!". Sebastian se burló. Hubo una pausa antes de que él dijera: "Ya que no puedes soportar que tu esposo tenga otras mujeres por fuera, ¿por qué permitiste voluntariamente que tu esposo tuviera otras mujeres en Isla Estrella?".

Rose estaba tan sorprendida que levantó la cabeza de manera abrupta. “Sebastian, ¿ya… ya lo sabes todo? ¿Es este el secreto que trajiste de Isla Estrella?”.

Sebastian sonrió. "¡Es mucho más que eso!".

Rose parecía ansiosa. “¿Cómo descubriste que tu madre fue la mujer que escogí personalmente para que tu padre se divirtiera? Tu madre falleció, entonces, ¿cómo te enteraste?”.

Sebastian preguntó: "¿Crees que hay algún secreto en este mundo que nunca será expuesto?".

Rose estaba estupefacta.

“Cuando encontraste una mujer para tu esposo en ese entonces, ¿pensaste en los sentimientos de esa mujer? Cuando esa mujer estaba embarazada del hijo de tu esposo, los dos se unieron para decirle que era una rompehogares, ¿sabes cómo ella se sintió en su corazón? Ella estaba embarazada y ni siquiera tenía derecho a dar a luz al niño. ¿No pensabas que estabas matando a una persona, Rose?”.

Rose tartamudeó. “Tú… tú lo sabes todo. En realidad, lo sabes todo. Fue el Viejo... el Viejo Amo Shaw quien te lo dijo, ¿no es así?”.

Sebastian respondió: “Quería salvar a su nieta. Entonces, por el bien de ella, no es extraño que me dijera el secreto que había guardado toda su vida, ¿verdad?”.

Rose se veía pálida.

“¡Por ​​lo tanto, Rose, sé que no me odias! ¡Porque nunca te he hecho nada malo! Aunque tus hijos ya no están vivos, fueron ellos los que se lo buscaron. Sin embargo…”. El tono de Sebastian se volvió más y más frío. "¡Sin embargo, tengo un profundo rencor contra ti!".

Sebastian miró a Frost con frialdad. "¿Qué... qué dijiste?".

“Estaba diciendo que no deberías…”.

"¡Lárgate!". Sebastian de repente levantó el pie y pateó brutalmente a Frost.

"¡Ay!", gritó Frost de dolor.

De repente, otra voz sonó desde el interior de la entrada principal. "¡Sebastian, eres demasiado imprudente!".