Castigado por su amor romance Capítulo 1325

Rose quedó atónita.

Después de unos segundos, ella dijo: “¡Dios mío! ¿Acaso Sabrina y su madre están locas? ¿Qué están tratando de hacer? ¿Por qué golpean a todos los que ven?”.

Sean sonrió con frialdad. “¡Por ​​supuesto que por es envidia! ¡Gloria está celosa del amor paternal que el Viejo Amo Shaw le dio a Jennie!”.

“Sin embargo, Gloria nunca pensó en eso. Jennie tuvo una educación tan buena cuando era más joven; puede que no sea de la misma carne y la sangre del Viejo Amo Shaw, pero siempre ha estado a su lado. Ese amor hace tiempo que venció cualquier lazo de sangre”.

"¡Eso es natural!", dijo Rose de inmediato.

Después de hacer una pausa, preguntó: "Entonces, ¿qué le pasó a Jennie?".

Sean suspiró y respondió: “Ah, la conocí cuando era pequeña. Ella iba regularmente con su tío a donde la familia Ford para jugar. ¿Qué tan grande era ella entonces? ¿Cinco o seis? Pensándolo bien, ella en realidad es amiga de la familia Ford”.

"Entonces tenemos que cuidarla y ayudarla a desahogar su ira". Rose aprovechó la oportunidad para decir.

Sean respondió: “Sí, debemos ayudarla. Si trabajamos juntos, podríamos deshacernos de Sabrina pronto. Entonces, podremos disfrutar el resto de nuestras vidas”.

Rose saltó a los brazos de Sean. “Sean, realmente me amas…”.

Después de apoyarse en Sean por un tiempo, ella le dijo: “Sean, debes ir a buscar a Jennie y preguntarle qué necesita. La ayudaremos con todo”.

"¿No vienes conmigo?", preguntó Sean.

Rose levantó la vista y miró a Sean con pesar. “Sean, no puedo salir. Si salgo, ese lujurioso podría venir y golpearme en cualquier momento. Debes ir solo… ¿Está bien?”.

Sean asintió. “Tú quédate en casa, yo me encargo de todo”.

"De acuerdo”.

¡Ese hombre de sesenta años era muy bueno para complacer a su esposa!

En el otro extremo, Jennie preguntó emocionada: "Seany, ¿vas… vas a venir?".

“Sí, voy donde ti ahora mismo”, dijo Sean.

"Está bien, te esperaré", dijo Jennie con dulzura. “Estoy en el Hotel Internacional la Ribera. Ya he reservado la habitación; el número de la habitación es uno seis cero ocho”.

“Está bien, espérame. Estaré allí en media hora”. Sean aceleró el coche.

Media hora después, llegó a las afueras del hotel y estacionó su coche antes de subir.

Cuando encontró la habitación, llamó a la puerta.

Cuando se abrió la puerta, Sean quedó desconcertado. "Tú…".