Castigado por su amor romance Capítulo 1335

"Es mi primo. Él quiere hablar contigo”, dijo Yvonne.

Sabrina se quedó sin palabras.

Después de un momento, ella contestó el teléfono: "Hola, Asistente Yates, pasa... ¿Pasa algo?".

Kingston dijo misteriosamente por teléfono: “Señora, no debe dejar que nadie sepa que la llamé. ¡Absolutamente nadie!”.

Su tono sonaba muy ansioso, pero decidido.

El corazón de Sabrina saltó. "Asistente Yates, ¿qué pasó?".

En el otro extremo, Kingston no respondió a Sabrina. En cambio, sonrió casualmente. "No es nada, Señora. En realidad... En realidad no es nada, he estado un poco libre hoy y por casualidad pasé por su compañía. Quise llamar a mi prima ya que tenía algunas cosas que contarle”.

Kingston siempre había tratado muy bien a Sabrina y Aino. Sabrina lo sabía.

Además, la lealtad de Kingston hacia Sabrina también la conmovía mucho.

Entonces, en ese momento, cuando escuchó a Kingston decir eso, Sabrina no lo pensó mucho.

Justo después de eso, Kingston dijo: “Señora, siento que esa mujer llamada Lori no es una mujer sencilla. Ella es demasiado malvada, así que espero que tenga cuidado con ella”.

Sabrina sabía que la preocupación de Kingston estaba justificada.

Lo que le preocupaba a Kingston era precisamente lo que preocupaba a Sabrina.

Ella sonrió mientras decía por teléfono: “Ya sé que Lori es una p*rra cruel, pero no es solo Lori; incluso su madre es igual”.

“No te preocupes, Asistente Yates. ¡Ambas son p*rras, pero tampoco soy tan fácil de intimidar!”.

Cuando escuchó las palabras de Sabrina, Kingston sonrió. "Señora, pase lo que pase, cuando me necesite, ¡haré lo que me pida!".

"Gracias, Asistente Yates". Sabrina sintió la calidez en su corazón y se conmovió mucho.

Quería llamar a Sebastian por la noche y pedirle que le diera un aumento a Kingston, pero como había estado tan ocupada en el trabajo, se olvidó de llamarlo.

Prefirió esperar hasta ver a Sebastian en casa.

Sin embargo, ahora, Sabrina comprendía todo.

La llamada de Kingston a Yvonne por la tarde definitivamente se debió a que él había descubierto algo importante.

El cabello del hombre también tenía agua.

Con ese aspecto, el hombre parecía exudar una masculinidad increíble.

“Sebastian…”. Sabrina lo llamó antes de salir de la cama, saltó a los brazos del hombre y dijo con ternura: “¿Estás…? ¿Estás celoso de la llamada de esta noche?”.

“Tú… ¿No te diste cuenta de lo extraña que fue esa llamada? Creo que es Lori tramando algo”.

“Sebastian, ¿me estás escuchando?”. Cuando vio que el hombre no hablaba, Sabrina le gritó.

El hombre sonrió fríamente. “¿Recuerdas lo que te dije hace unos días?”.

Sabrina lo pensó pero no lo recordaba.

Miró a su hombre y sacudió la cabeza confundida.

"¡No te perdonaré tan fácilmente si otro hombre intenta coquetear contigo de nuevo!". Después de eso, el hombre inmovilizó a Sabrina.

Sabrina se quedó sin palabras.