Castigado por su amor romance Capítulo 1374

“¡Sabrina! ¡Maldita sea!”. En el momento en que abrió la boca, Sean comenzó a maldecir a su nuera.

Sabrina: “…”.

Ella fue despertada bruscamente por Sean al llamarla. Cuando Sebastian salió a responder la llamada, cerró la puerta detrás de él y Sabrina quedó encerrada. Ya que no podía salir de todos modos, simplemente se acostó y siguió durmiendo. En diez breves minutos, se había quedado dormida de nuevo. Y ahora, poco tiempo después, Sean la despertó bruscamente con su llamada. Le dolía todo el cuerpo, mientras fragmentos de su corazón yacían esparcidos por el suelo.

Durante esa siesta extremadamente corta, había tenido un sueño. Soñó que ella y Sebastian estaban divorciados, pero que después del divorcio, todos los días, ella lloraba y sollozaba. Su corazón no podía soportar la idea de dejarlo; estaba tan deprimida que sentía como si su corazón fuera a marchitarse y morir.

Tener un sueño así la hizo llorar incluso mientras dormía. Cuando estaba en la cima de su desesperación, fue despertada por la llamada de Sean. La llamada telefónica instantáneamente devolvió a Sabrina a la realidad.

Al escuchar los gritos de Sean a través del teléfono, ella resopló débilmente y dijo: “No creo que puedas decidir si debo morir o no, ¿no crees? Supongo que quieres que me muera lo antes posible, ¡pero no lo haré! Todavía tengo que criar a mi hija y mantener a mi madre. ¿Por qué elegiría morir?”.

Para los oídos de Sean, el tono débil de Sabrina sonaba perezoso y sin prisas, como si estuviera tratando de hacerlo enojar a propósito. Su temperamento se encendió de nuevo. “¡Tú! Sabrina, ¡cómo puedes ser tan arrogante cuando la muerte está llamando a tu puerta! Muy bien, eres así de arrogante, ¿no? ¡Bien pues! ¡Hablaremos cuando estés aquí!”.

“¿Ahí?”. Sabrina le devolvió la pregunta. “¿A dónde voy?”.

Por su parte, Sabrina ya había terminado la llamada. Qué broma. ¡Se iba a divorciar de Sebastian pronto! ¡No! ¡No se iba a divorciar de él! De la noche a la mañana, su relación con él había retrocedido 50 años. Ahora era su prisionera, su esclava. ¡En el lapso de una sola noche, ya no era su esposa, sino una esclava que vivía a su lado! Como ya no era su esposa, no tenía que cumplir con los deberes de una esposa, ¿verdad? Entonces, ¿por qué iría a la antigua residencia? ¡Qué broma!

Después de terminar la llamada, Sabrina se envolvió perezosamente en las mantas de nuevo. En ese momento, Sebastian entró. Después de colgarle a su padre y estar a punto de entrar a ver cómo estaba Sabrina, su teléfono volvió a sonar. Incluso sin leer el identificador de llamadas que parpadeaba en su pantalla, sabía que debía ser de Lori.

¡Esa mujer! Su llamada llegó en el momento justo. A primera vista, ella parecía fría e inaccesible, pero en realidad, no era así en absoluto.