Castigado por su amor romance Capítulo 1377

¿Le dolía? Él no dijo nada cuando limpiaba sus heridas superficiales. Y ahora la estaba ayudando a vestirse.

Según sus acciones actuales, actuaba como si fuera su amante, su adulador, volviendo a su imagen de buen padre y esposo cariñoso. ¿Quién era él? ¿Cuál era el verdadero él?

En ese momento, Sabrina estaba muy confundida. Durante su confusión, Sebastian ya la había vestido. Después de sacarla de la cama, le dijo con su voz profunda y suave: “Sé que la fricción podría lastimar tus pies, así que no uses tacones hoy, solo ponte unos zapatos planos”.

Ella respondió mecánicamente: “De acuerdo”.

Luego entró mecánicamente en el baño y se lavó la cara. Cuando salió del baño, su pequeña cara estaba suave y limpia, sin una pizca de maquillaje. Su cabello, por otro lado, estaba atado en un moño en la parte superior de su cabeza.

Sin embargo, su tez era tan pálida que Sebastian no podía evitar echarle otro vistazo.

Inmediatamente ella preguntó: “¿Tienes alguna petición? ¿Quieres que use maquillaje?”.

Él suspiró profundamente y dijo: “¡Sal a desayunar!”.

La Tía Lewis ya les había preparado el desayuno de antemano; había algunas bayas adicionales en su tazón.

“Son bayas silvestres de la más alta calidad. El año pasado, durante todo el año, solo se produjeron alrededor de dos libras de estas bayas. Todas fueron compradas por el Señor. Pero, Señora, ¡solo debe comer cinco o seis de estas bayas cada semana porque son demasiado nutritivas!”. La Tía Lewis le sonrió suavemente a Sabrina.

Ella acababa de terminar de preparar el desayuno, no sabía lo que había pasado en la habitación principal.

Un rato después, al ver la expresión solitaria y triste de Sabrina, la Tía Lewis dejó de hablar al instante. Era una experta en leer la situación. Miró a Sebastian.

Él inmediatamente dijo: “Tía Lewis, ya no tienes que preocuparte por nosotros aquí. ¿Por qué no vas a comprar algunos alimentos?”.

“Está bien, Señor”. La Tía Lewis llevaba una canasta en la mano y se alejó rápidamente.

Una hora más tarde, el coche de Kingston llegó a la casa de Gloria. Sabrina era realmente una actriz habilidosa. No permitió que su madre viera ningún indicio de infelicidad en su rostro.

En cambio, el tono de Gloria mostraba que estaba muy preocupada por Sabrina. “Sabbie, ¿estás… estás bien?”.

“Estoy bien, Mamá. Sebastian y yo solo tuvimos un pequeño malentendido ayer. Se ha resuelto por completo ahora”, dijo Sabrina a su madre casualmente.

Luego, continuó: “Mamá, esta noche iremos a cenar a la antigua residencia. Después de que regrese, vendré aquí a acompañarte”.

“Bien”. Su madre miró a Sabrina con orgullo, luego sonrió y miró a Sebastian.

Justo en ese momento, sonó el teléfono de Gloria. Pensaba que era una llamada de su sobrino Marcus, así que contestó de inmediato: “Marcus…”.

“No es tu sobrino. Es Jennie Gibson”. En el otro extremo, el tono de Jennie sonaba como si estuviera satisfecha consigo misma.