Castigado por su amor romance Capítulo 1384

"¡Tú eres el grosero! ¡No quiero un Abuelo como tú! ¡Te odio, Abuelo!". Aino lloró aún más después de ser regañada por Sean.

Sabrina, quien siempre mantenía la calma, no podía contenerse al ver lo molesta que estaba su hija, y se agachó para cargar a Aino en sus brazos mientras lloraba.

"¡Sabrina!", gritó Sean. "¿Cómo puedes permitir que tu hija haga este escándalo fuera de las puertas de la antigua residencia Ford? ¡Creo que te has quedado sin opciones y ahora estás usando a una niña para tratar de manipularnos! ¡Sabes que tengo influencia sobre ustedes y es imposible escapar, ¿así que ahora estás usando a Aino contra nosotros?".

Sabrina se levantó abruptamente y miró a Sean a los ojos. "¡Sean Ford, haz lo que quieras conmigo, pero no dejaré que lastimes a mi hija! Ya estoy aquí, así que por supuesto que te seguiré adentro, pero tengo una condición".

"¡Habla!".

"Deja que mi mamá se lleve a mi hija y yo iré adentro contigo. ¿No quieres que pague? Entonces no necesitas a nadie más que a mí".

Sean estaba a punto de acceder. No por amabilidad, sino porque también estaba preocupado por Aino. Aino era la viva imagen de Sebastian, entonces a él nunca le preocupó si realmente era su hija. Como no existían dudas, la hija de Sebastian era la nieta de Sean y tampoco quería ver a su nieta molesta. Sin embargo, fue interrumpido antes de que pudiera decir una palabra.

"¡No!", dijo el Viejo Amo Shaw.

"¡Abuelo!", gritó Marcus enojado.

"Marcus, ¿no me dijiste que estarías ocupado hoy?". El Viejo Amo Shaw lo miró fijamente. "Te pedí que me acompañaras aquí a la residencia Ford como invitado, pero te negaste, ¿y ahora estás aquí?".

"Tienes razón, Tío Shaw".

Sabrina resopló. "Tú”.

"Sabbie", refutó Gloria de repente. "No tengo intención de irme".

"¡Mamá!". Sabrina se atragantó con las lágrimas. "¡Tienes que escucharme, Mamá! Vete, no te quedes a mirar".

¿Qué se suponía que debía decirle a su madre? En poco tiempo, toda la familia Ford, incluido Sebastian, se uniría contra ella. Quizás tendría que arrodillarse, incluso frente a Sebastian, o podría ser abofeteada por Lori. Cualquier cosa podía pasar, incluso escenarios vergonzosos que ni siquiera se esperaba, pero Sabrina no tenía miedo. Ya había pasado por eso antes, y no era como si no hubiera recibido un golpe en la cara antes en prisión. A ella no le importaba. Sin embargo, ¿qué tan insoportable sería para su madre y su hija verla así?