Castigado por su amor romance Capítulo 1400

Tanto Sabrina como Gloria miraron a Sebastian al mismo tiempo al escuchar lo que dijo. Especialmente Sabrina, ella estaba tan enojada que casi se rio.

“¡Sebastian Ford!”, gritó Sabrina. “Aino ya no es una bebé. Ya tiene seis años. Ella tiene derecho a elegir si seguir a su padre o a su madre”.

Aino también miró a Sebastian con lágrimas en los ojos. “¡Sebastian, ya no te quiero! ¡Nunca te querré en el futuro tampoco!”.

Después de decir eso, miró a Lori, y entonces la niña de seis años de repente sonrió mientras lloraba. “Finalmente entiendo lo que la madre de Jennifer quería decir cuando dijo que era tu amiga. Ella quería usar a mi madre como un trampolín para convertirse en tu nueva novia, ¿no? Finalmente entiendo por qué los ojos de mi madre estaban enrojecidos e hinchados cuando se despertó temprano en la mañana de hoy. Te vas a divorciar y ya no quieres a mi madre, ¿verdad? Ya tienes una nueva mujer, ¡así que ya no quieres a mi madre! ¡Sebastian Ford! ¡Si puedes abandonar a mi madre, entonces puedes abandonarme a mí! No podrían importarme menos tus propiedades y el Grupo Ford. ¡No los quiero ahora, y tampoco los querré en el futuro! ¡Nunca más te amaré! ¡Vagabundo apestoso!”.

Aino se acurrucó en los brazos de su madre mientras lloraba. El sonido de su llanto rompía el corazón de Sabrina.

Sabrina miró a Sebastian. “¡Señor Ford! La Señorita Lori es más joven que yo y es más educada que yo. Tu futuro hijo tendrá más ventajas, así que, por favor, deja ir a Aino. Por favor, deja que Aino haga su propia elección por el hecho de que es tu hija biológica. Aino también lo dijo ella misma hace un momento. Ella no quiere nada. No quiere las acciones del Grupo Ford, y tampoco quiere un solo centavo de tus propiedades”.

“Como la niña ha renunciado a lo que se merece, ya no lucharé más por ella. Sebastian, el asunto sobre mí y mi inocencia ha sido resuelto. Por favor, deja que las tres nos vayamos, ¿de acuerdo?”, suplicó Sabrina.

Sin embargo, Sebastian estaba inexpresivo y seguía igual de frío. Al verlo así, Lori, quien estaba encogida de miedo a un lado, parecía haber captado una oportunidad.