Castigado por su amor romance Capítulo 1409

La voz del hombre entraba por la puerta, así que parecía que el volumen fluctuaba. Sabrina siguió la voz hasta llegar al estudio del hombre. Solo entonces podía escucharlo cada vez más claro.

Resultaba que Sebastian estaba en una llamada en su estudio. Sabrina no sabía a quién había llamado Sebastian. Solo escuchaba la conversación fragmentada.

“Bueno, está bien. Lo sé”.

“Si el porcentaje no es suficiente, podemos negociar de nuevo el lunes. ¿Mmm? ¿Lo compraste para ella? A ella no le faltan regalos. Está bien, entonces ven mañana. Oh cierto, con respecto a tu primo, tienes que tener cuidado. Él no lo dejaría así como así. Sin embargo, tampoco tienes que tenerle miedo. Todo sería explicado por el Grupo Ford. Solo tienes que hacer tu parte. Después de todo, él es tu primo…”.

Hubo una pausa.

“Está bien, si crees que es apropiado traer a tus padres, entonces tráelos. Si no hay nada más, colgaré primero”.

El tono de Sebastian sonaba como si estuviera aburrido y desinteresado, pero ya estaba tratando de ser paciente.

Aunque Sabrina solo pudo escuchar las respuestas de Sebastian en este extremo, y no pudo escuchar quién estaba exactamente al otro lado de la línea, se preguntaba si la llamada la había hecho Sebastian a Zayn. Tal vez pudo haber sido Zayn quien llamó a Sebastian.

No importa quien inició la llamada, Sabrina pensó para sí misma que este era un asunto entre dos hombres, y ambos eran su familia más cercana, por lo tanto no era necesario que ella participara en el negocio entre los dos hombres.

Ella simplemente se sentó afuera.

No fue hasta que Sabrina confirmó que la llamada había terminado, que entró lentamente en el estudio con un vaso de limonada en la mano. Puso el vaso de limonada frente a Sebastian.

Se paró frente a Sebastian con la mirada baja y ambas manos juntas frente a ella como si fuera una niña que hubiera cometido un error.

“Sebastian, ¿qué… te pasó? Tienes muchos rasguños en el pecho. ¿Qué… pasó?”. Sabrina al instante comenzó a llorar, con el corazón roto. Ella levantó ambas manos y quería tocar esas heridas superficiales de él, pero no se atrevía. Tenía miedo de lastimarlo al tocarlo. Sin embargo, quería tocarlo y quería consolarlo.

Sebastian la miró, molesto. “¿Qué pasa? ¡Esto fue arañado por un gato! ¡Un gato salvaje irracional!”.

Sabrina miró a Sebastian mientras lloraba. “Lo… siento”.

Quería tocar el rostro de Sebastian con ambas manos como señal de disculpa. Sin embargo, Sebastian se levantó de repente, le quitó la mano, y luego caminó directamente hacia la habitación.

“¿Qué… quieres hacer?”, preguntó Sabrina mientras se estremecía.

El hombre se burló. “¿Acaso no mereces ser castigada?”.