Castigado por su amor romance Capítulo 1452

Sean miró a Sebastian con pánico. “Este… el número de tu hermano ya no existe. ¿Qué está pasando, Sebastian? ¡Piensa en una forma de encontrar a tu hermano menor de inmediato!”.

Sebastian se quedó sin habla. Durante todo ese tiempo, no había tenido buenos sentimientos hacia su padre. Fue su padre quien arruinó la vida de su madre. Fue su padre quien provocó que él, su madre y su hermano biológico se separaran. Su padre le había robado a su madre todo su amor, a cambio de nada. Sin embargo, todo lo que su padre le había dicho a su madre eran mentiras. Por lo tanto, Sebastian lo odiaba.

Sin embargo, esta era la primera vez que Sebastian veía a su padre, un anciano de más de setenta años, entrando en pánico. Sean Ford ya era viejo. Ya no era el hombre que había comandado el mundo, llevado al Grupo Ford a dominar y derramado sangre en la isla en ese entonces.

Eso fue hace cuarenta años. El actual Sean Ford inesperadamente entró en pánico por un hijo con el que acababa de reunirse porque la llamada no se conectaba. Realmente ya estaba viejo.

Al verlo tan indefenso y frenético, Sebastian se sintió desconsolado. Dio un paso adelante, levantó la mano para palmear el hombro del anciano, y luego dijo con molestia: “¡Qué tonto eres! Piénsalo, él se fue al extranjero desde la frontera noroeste. Solo el viaje toma casi tres días. Además, una vez que haya salido del país, se quedará sin señal en el teléfono. Estás usando un número de celular doméstico, así que, por supuesto, ¡no hay señal!”.

Sean asintió de inmediato. “Oh, oh, ¿es así?”.

"De lo contrario, ¿qué pensabas?". Sebastian volvió a regañarlo con fastidio.

Entonces Sean respiró aliviado. Levantó la cabeza y miró a Sebastian con deleite. "Sebastian, yo... ¿todavía tengo dos hijos?".

"¡Así es!", dijo Sebastian.

“Yo… ¿en realidad todavía tengo dos hijos? Dime, ¿cuándo Holden será como tú y se casará y tendrá hijos?”.

Sabrina y Sebastian seguían sin palabras. De repente se dieron cuenta de que el anciano verdaderamente había envejecido. Ya no tenía la voluntad de luchar. El único pensamiento que tenía ahora era tener a sus hijos y nietos con él. Sean en realidad tenía ese pensamiento. Sin embargo, Rose, quien estaba viendo todo desde fuera de la habitación, no pensaba de la misma manera. Todo lo que el anciano tenía ahora no involucraba a Rose. ¡Nada! ¡Sus hijos estaban todos muertos! ¡A ella no le quedaba nada en absoluto!

¿Ella tenía algo que ver con los dos únicos hijos de él ahora? ¡No!

“Madrina, seré tu hija de ahora en adelante”, consoló Lily a Rose.

Ella decidió apoyar a Rose para tomar partido al regresar.