Castigado por su amor romance Capítulo 1476

La voz de Jane casi no se escuchó, fue casi como un murmullo. Sin embargo, Alex fue entrenado desde muy joven para tener una excelente audición. De hecho, eso era algo que él sabía que sucedería. Ellos habían pasado cuatro meses juntos, entonces, ¿cómo podrían no ser íntimos? Sin embargo, cuando escuchó las palabras que salieron de la boca de Jane, no pudo evitar que surgiera una abrumadora desesperación en su interior. Sintió una palpitación en su cabeza y el impulso de derribar la habitación. Sin embargo, lo que Noah dijo después sacó a Alex de su ira cegadora.

"¡Niña tonta! ¿Cómo puedes ser tan tonta? ¿Has olvidado lo que te dijo el doctor? Para empezar, no es fácil para ti llevar a este niño, así que debes tener cuidado. Un accidente, y perderás la oportunidad de convertirte en madre para siempre. Algún día nos casaremos, entonces, ¿cuál es la prisa?”, dijo Noah con calma.

El tono de Jane se volvió aún más suave. "Pero quiero tratarte bien, Noah. Han pasado cuatro meses desde que me rescataste y ni siquiera me has tocado. ¿Acaso no... no estás interesado en mí?".

"¡Qué tonta!". Noah se rio. "No hubiera traído a mi madre para seguirte hasta aquí si no estuviera interesado en ti. Por supuesto que sí, pero no puedo lastimarte. Puedo esperar. Esperaré hasta después de que des a luz y te recuperes. ¡Cuando sea el momento, no te dejaré ir, incluso si no vienes a mí! ¡Entonces te mostraré qué bestia majestuosa soy!”.

"¡Qué hablantín!".

"¡Me gusta hablar con mi esposa!". Se rio, antes de continuar: "Entra y descansa. Mi mamá y yo te haremos compañía".

"Está bien. Buenas noches, Noah".

Después de eso, Alex escuchó pequeños ruidos de pasos fuera de la habitación. En ese momento, sintió tanto alivio que se le hizo un nudo en la garganta mientras escuchaba los ruidos en la habitación desde el exterior.

Sabrina seguía deprimida. "No sé por qué, Sebastian, pero no puedo comer, no puedo dormir y sigo sintiendo ganas de llorar". Al decir estas palabras, Sabrina encontró refugio en el abrazo de Sebastian y comenzó a llorar.

Él la atrajo hacia sí, una sorprendente suposición rebotó en su mente, pero no estaba seguro. Decidió dejar todo a un lado mañana y llevar a Sabrina a la clínica de ginecología para un chequeo corporal a primera hora de la mañana. Una vez decidido, consoló suavemente a la mujer en sus brazos sin decirle lo que estaba pensando. "No lo pienses demasiado. Solo ve a dormir. Cuando estemos libres, te llevaré a ti y a Aino al extranjero para unas vacaciones".

Sabrina asintió. "Mm. Gracias, esposo".

Con los ojos brillantes por las lágrimas, ella lo miró seductoramente y envolvió sus brazos alrededor de su cuello antes de besarlo.