Castigado por su amor romance Capítulo 1521

Las muñecas de Noah estaban cubiertas de heridas graves.

Jane sostuvo los brazos de Noah con ambas manos y preguntó entre lágrimas: "Noah, tú... ¿Qué te pasó?".

La madre de Noah se acercó corriendo mientras lloraba. “Hijo mío, ¿qué te pasó? ¿Quién te lastimó?".

Noah sonrió en cambio. "¡Mamá! Nos han engañado. Tanto tú como Jane deben huir tan lejos como puedan”.

"No…".

"¿Quién fue el que te golpeó tan fuerte?", gritó Jane.

Noah sacudió la cabeza. “No somos rival para ellos, Jane. Estoy bien. Llévate a mi madre contigo y váyanse lejos. No tengas ninguna forma de interacción con Alex de ahora en adelante y no confíes en él nunca más. Escúchame. Llévate a mi madre y huye. Ve tan lejos como puedas”.

"No...", rugió Jane con todas sus fuerzas.

En ese momento, algunas personas aparecieron y sin discriminación desordenaron el restaurante. Habían encontrado una bolsa de sustancia de un lugar desconocido. La sustancia era muy blanca y estaba en forma de polvo.

Era el mismo viejo ridículo de ayer que vino al frente de Noah. “¡Hill, realmente eres deshonesto! ¡Veamos cómo puedes seguir negándolo con esta evidencia! Vamos. ¡Te entregaré a la policía ahora!”.

Noah luchó con todas sus fuerzas. “¡Yo mismo iré a la policía!”.

El viejo ridículo resopló fríamente. "¡Eso no depende de ti!".

Después de decir eso, hizo que algunas personas arrastraran a Noah directo al coche.

Jane rápidamente ayudó a la anciana a subir al coche de Lily. Ella ni siquiera se molestó en cerrar bien la puerta del coche, simplemente encendió el motor y aceleró.

Lily gritó detrás de ella: "¡Mi coche! ¡M*ldita mujer! ¡Realmente estás cansada de vivir! ¡Mi coche!".

Ella le ordenó a sus subordinados: “¡Vayan tras ella!”.

Los tres coches aceleraron uno detrás de otro. Lily estaba siguiendo estrechamente el coche de Jane, mientras Jane estaba siguiendo firmemente el coche de enfrente en donde estaba Noah. El coche de enfrente simplemente condujo gradualmente hacia el área remota de las montañas. Después de conducir más de dos horas, el coche se detuvo cuando acababa de caer la noche.

Luego, sacaron a Noah del coche. Jane tropezó fuera del coche y siguió a Noah. Justo cuando estaba a punto de acercarse a Noah, vio que uno de los hombres ya había apuntado su arma negra a la sien de Noah.

Jane gritó de desesperación: "¡No!".