Castigado por su amor romance Capítulo 156

No se escuchó nada del otro lado de la llamada.

Sabrina habló tranquilamente: “Señor Ford, sé lo que quiere decir y no tengo ganas de explicarlo. Por favor, dígale a su tía que controle mejor a su hijo…”.

“¡Mujer, si crees que no puedo hacerte nada, estás muy equivocada!”. La persona que hablaba no era Sebastian.

Era la voz de una persona mayor.

Sabrina preguntó: “¿Usted es?”.

“¡Escucha! Si quisiera matarte, no sería más difícil que pisar una hormiga”. El anciano de voz ronca gritó con rabia.

Sabrina aún no podía distinguir de quién se trataba.

Parecía haber una pelea en el fondo, y cuando escuchó con atención, pudo escuchar vagamente la voz de Kingston.

“Viejo Amo, usted… ¿cómo ha podido hacer esto? ¡Sabía que el Joven Amo estaba en una reunión y aprovechó la oportunidad para usar su teléfono y llamar a alguien!”. Kingston miró al Viejo Amo Henry con incredulidad.

Sabrina supo inmediatamente de quién era la voz.

Era del abuelo de Sebastian.

¿Qué quería con ella?

Sin dudarlo un momento, Sabrina terminó la llamada.

Al otro lado de la llamada, Henry se enfureció aún más, pero Kingston ya le había quitado el teléfono.

Henry golpeó su bastón contra el suelo. “¡Esa mujer! ¡Kingston! ¡Encuentra a esa mujer por mí! ¿Cuántos problemas pretende causar a las familias Ford y Connor? ¡Quiero enterrarla viva!”.

Kingston se quedó desconcertado.

Detrás de ellos, la recepcionista intentaba explicarse con una mirada de culpa. “Señor Yates, el Viejo Amo quería entrar y no pude impedirlo…”.

La recepcionista que estaba detrás, estaba muerta de miedo.

Kingston se dio vuelta hacia ella y le dijo: “No tienes nada que hacer aquí, puedes irte ya”.

En ese mismo edificio, Sebastian caminaba en círculos.

La empresa rara vez hacía horas extras, por lo que Sebastian casi nunca organizaba reuniones fuera del horario laboral.

Sin embargo, había convocado una reunión de emergencia al haber visto aquel vídeo. El vídeo en donde Sabrina estaba atrapada entre Zayn y Nigel se difundió rápidamente por internet, y pronto llegó a los titulares de varios medios de comunicación y sitios web de vídeos.

Se hicieron todo tipo de comentarios.

Su tía, que también lo había visto, llamó personalmente a Sebastian para pedirle ayuda.

Esto hizo que a Sebastian no le quedara más remedio que ocuparse del asunto, y como resultado, se convocó la reunión.