Resumo do capítulo Capítulo 1589 do livro Castigado por su amor de Internet
Descubra os acontecimentos mais importantes de Capítulo 1589, um capítulo repleto de surpresas no consagrado romance Castigado por su amor. Com a escrita envolvente de Internet, esta obra-prima do gênero Romance continua a emocionar e surpreender a cada página.
Ivy estaba secretamente encantada de lo afortunada que había sido. Cuando estaba con Huron, ella era la última en llegar y también la menos llamativa entre las cinco bellezas. Al final, todas fueron enterradas vivas durante la noche por Alex, mientras que Ivy fue la única que sobrevivió. Ella acudió a Lenny, simplemente con la esperanza de poder llegar a fin de mes y no morirse de hambre, pero tan pronto llegó a Lenny, él conoció a alguien tan poderoso como Alex. Incluso Lenny tenía la sensación de que Ivy era su estrella de la suerte, e Ivy sentía lo mismo. Además de eso, Ivy no veía a Alex como alguien aterrador. Por lo menos, aunque Alex no había mostrado misericordia con nadie desde que llegó a la Ciudad del Océano Blanco, con la única excepción de Ivy, ella todavía estaba en la edad dorada de los dieciocho años. Cualquier hombre sería compasivo con ella.
'¡Y esta mujer embarazada! ¡Bah! ¡Ella es simplemente una vieja de unos treinta años! ¿Cómo se atreve a negarse a ayudarme? ¡Hoy será el día en que ella muera!', pensó Ivy.
"¿Qué tal esto, Señor Poole? Le daré una lección a ella. ¿Cómo suena eso? Solo te ensuciarás las manos si la castigas tú mismo", le dijo a Alex de manera halagadora antes de abofetear la cara de Jane a una velocidad increíble. “¡Eres una desvergonzada! Se supone que debes limpiar y lavar los platos en la parte de atrás de la cocina; ¡nadie hizo cambios en tu lugar y, sin embargo, viniste aquí por tu cuenta! ¿Sabes que el Amo Alex es el invitado más importante hoy? Lo sabes y por eso estás aquí para hacerlo enojar a propósito, ¿no es así? ¡Vuelve al patio trasero ahora mismo!".
Al final, ella era una chica de dieciocho años y no tenía miedo en absoluto. Tal vez sentía que Alex la favorecía al no perdonar a nadie más que a ella, razón por la cual no temía nada en ese momento y sobresalía frente a todos. Todos los invitados presentes quedaron atónitos, e incluso los miembros de la alta sociedad que querían hacerse amigos de Alex miraron a la desconocida amante de dieciocho años con ojos celosos. Por una fracción de segundo, ellos incluso tuvieron la sensación de que Ivy era en realidad la amante de Alex. La mayoría de las mujeres comenzaron a buscar en sus recuerdos para ver si alguna vez habían intimidado a esta mujer antes.
El silencio había caído sobre el lugar, y nadie se atrevió a hacer un sonido. Jane fue la única que habló con voz hueca. "Sí, iré allá ahora mismo".
Ella no quería dar explicaciones ni discutir con Ivy delante de Alex al decir algo como: “¿No fuiste tú quien la que me mandó aquí?”.
Ella no quería. Ni siquiera podía sentir el dolor en la mejilla porque no estaba de humor para eso. Su madre acababa de saltar al océano, suicidándose con un solo deseo antes de morir, el cual era que Jane viviera bien y diera a luz a su hijo. Por lo tanto, a Jane no le importaba nada más. Ella inclinó la cabeza inexpresivamente y se llevó la tetera antes de voltearse para irse. Antes de que pudiera dar el primer paso, Alex la agarró del brazo y jaló de ella hacia atrás.
Jane se sorprendió. Inmediatamente después de eso, Alex dijo algo que dejó a todos boquiabiertos. "Jane, no puedes seguir sin mi protección. ¡Ven a casa conmigo!".
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