Castigado por su amor romance Capítulo 1666

Zayn fue el primero en regañar a Aino: "¡Aino, no digas tonterías!".

Aino instantáneamente estalló en lágrimas. “¡No estoy diciendo tonterías! ¡Tengo un ojo agudo! ¡He decidido que esta hermosa dama será mi tía! ¡No quiero que Tessa sea mi tía!”.

Tessa se echó a llorar al instante. Señaló a Hana, quien estaba sentada en el suelo confundida, y maldijo: “¡Hana Sharpe! ¿Qué tan vulgar eres? No fue por mi propio bien que no me dejas salir con Zayn. ¿Resulta que tenías los ojos puestos en Zayn? ¿Incluso ya te ganaste a la princesita? Hana Sharpe, ¿sigues siendo humana? ¿Eres realmente una humana?”.

Hana, quien todavía estaba colapsada en el suelo, pronunció: "Yo...".

¿Qué había hecho? Ella no tenía idea en absoluto. No sabía quién era esta princesita feroz frente a ella. Ni siquiera sabía quién era Zayn. Ella solo había visto que Zayn parecía mayor en comparación con su hija, por lo tanto, le preocupaba que su hija siguiera sus pasos. Ella no tenía idea del resto en absoluto.

"¡Estás fingiendo, entonces haz tu mejor esfuerzo para fingir!".

"¡Piérdete!". Aino protegió a la mujer en el suelo una vez que vio a Tessa regañarla.

De repente, había una conmoción en la entrada del Grupo Ford. ¡Muchas personas querían mirar! Sin embargo, nadie se atrevió a acercarse ya que vieron que el Director Zayn y la princesita estaban allí.

Justo cuando la situación era un caos, Sebastian salió de la compañía. Fue Kingston quien llamó a Sebastian. La princesita no le tenía miedo a nada y mucho menos a su tío. Sin embargo, la princesita le tenía miedo a su papá.

"¿Qué está pasando?". Las palabras frías y tranquilas de Sebastian hicieron que las personas presentes inmediatamente se asustaran tanto que no se atrevieron a hablar.

Tessa estaba especialmente asustada. Inmediatamente, ella tartamudeó: “Lo-lo siento mucho, Director Ford. Fue mi culpa. Hice enojar a la princesita”.

"¡Papá!". Aino se sentía tan agraviada que quería llorar. Era como si hubiera sufrido una gran pérdida.

"¡Sin llorar!", gritó Sebastian con frialdad de inmediato. Luego, Aino contuvo con fuerza sus lágrimas.

“¡Súbete al coche del Tío Kingston!”, dijo Sebastian de nuevo con una expresión fría.

"¡Lo sé!". Justo cuando ella estaba a punto de irse, Sebastian la detuvo nuevamente. "¡Espera!", dijo Sebastian.