Castigado por su amor romance Capítulo 1735

"¡Desde el principio me ha gustado mi Tía Hana! Así que le ordené a mi tío que no saliera con esa novia suya, ¡y de que debía casarse con la Tía Hana!".

"¿Y entonces tu tío te prometió hacerlo?", preguntó alguien.

"¡Por supuesto!". La princesita estaba incomparablemente orgullosa. "Mi Tío Zayn es el mejor tío del mundo. ¡Mi Tía Hana también es la mejor tía del mundo! Jaja". La princesita estaba muy satisfecha con la pareja de ese día.

"Princesita, tu tío y tu tía son una pareja hecha en el cielo. ¡Realmente te mereces un gran mérito!".

"¡La princesita se merece todo el crédito!".

"¡Todos aclaman a la princesita!".

"¡Siempre serás nuestra diosa, princesita!".

En ese momento, tanto su tío como su tía también cargaron felizmente a la princesita en sus brazos y la levantaron juntos.

En algún lugar alejado del recinto de la boda, alguien estaba observando todo con un par de binoculares de alta potencia. Cuando ese par de ojos vieron a Aino a través de los binoculares, lloraron. Por otro lado, en algún lugar cercano, Tessa caminaba paso a paso hacia el recinto de la boda de su madre. Sus lágrimas habían caído hasta el cuello.

Esta princesita, la joven heredera del Grupo Ford, la preciosa hija de Sebastian y Sabrina que estaba siendo levantada en brazos de Hana y Zayn, ¿realmente dijo públicamente que fue ella quien permitió que Zayn dejara a Tessa? ¡Ja! ¡Jaja!”. Tessa se burló. ¡Zayn le pertenecía a ella, Tessa! ¡Era suyo aunque ninguna mujer lo quisiera! Apretó los dientes y avanzó.

De repente, una persona al lado llamó a Tessa. "Tessa, ¿eres tú?".

Tessa se giró y vio que el viejo de unos cincuenta años que la había llamado. Le resultaba familiar, pero no sabía dónde se habían encontrado antes.

Tessa se quedó sin palabras.

"Si te atreves a arruinar la boda de tu madre hoy. Todos nosotros, quienes habíamos sido tus vecinos en el pasado y hemos sido amigos de tu familia durante mucho tiempo, nos juntaremos para echarte de aquí", volvió a gritar el viejo con una voz profunda. Entonces, casi treinta personas que estaban sentadas en las últimas mesas del fondo se levantaron de repente. Algunas de ellas tenían más de setenta años, otras más de cincuenta, e incluso había algunas más jóvenes de cuarenta años. Todas esas personas miraron a Tessa con un asco incomparable. Una persona entre ellos llegó a gritar: "¡Largo! ¡Vete de aquí!".

Tessa fue expulsada de allí de una manera incomparablemente miserable. Como no podía arruinar la boda de su madre y como tantos antiguos vecinos se lo habían dicho, y como aquel viejo también le había dicho lo mismo la última vez delante de su puerta, Tessa tomó directamente un taxi para volver a su antigua casa mientras lloraba. Hacía más de diez años que no volvía. Ya no conocía a nadie allí.

Cuando Tessa llegó a un lugar cercano a su antigua casa, vio por casualidad a una anciana de unos ochenta años. Tessa se acercó a ella y le preguntó: "¿Puedo saber si conoce a una mujer llamada Hana Sharpe?".

La anciana suspiró. "¿Hana? Esa es una mujer digna de lástima...".