Castigado por su amor romance Capítulo 1739

Este tipo de enfermedad tenía un periodo de incubación. Podía durar tan poco como unos meses o tan largo como un par de años antes de que la persona empezara a mostrar síntomas. Durante el periodo de incubación se podía tomar la medicina preventiva después de ser expuesto. Sin embargo, la enfermedad sería incurable una vez que la persona empezara a mostrar síntomas.

Aquella viuda no tardó en mostrar síntomas. El doctor le hizo un chequeo y descubrió que se había infectado en los últimos meses. El doctor le preguntó a la viuda, quien confesó la verdad. Las personas que quisieron cortarle la mano ese día eran todas del bajo mundo, donde existían organizaciones y actividades criminales. Ella no sabía cuál de ellos tenía ese tipo de enfermedad y la había infectado. Sin duda, ella también había infectado a Hector.

Ella murió poco después. Hector, en cambio, no desarrolló ningún síntoma. Sin embargo, fue al hospital para examinarse y descubrió que ya estaba infectado. El virus ya estaba en su sangre y tenía que tomar medicamentos para el resto de su vida. Además, a partir de ese momento tenía que vigilar su propia salud. En ese momento, Hector sintió que iba a morir. No solo no podría ser un hombre por el resto de esta vida, sino que incluso estaba infectado con una sucia enfermedad.

Si hubiera sabido que iba a acabar así, jamás habría apostado en su vida. Preferiría que le cortaran las manos antes que apostar. Si hubiera sabido que acabaría así, ¡preferiría morir por aguantar sus impulsos antes que tener una aventura con esa sucia viuda! Sin embargo, en ese momento, ya no tenía sentido lamentarse. Hector también parecía haber comenzado una nueva vida. Incluso llevó a su mujer y a su hija juntas al principal hospital de la ciudad para hacer un chequeo. Afortunadamente, tanto su mujer como su hija estaban bien y no se habían infectado. A partir de entonces, Hector se quedó en casa para cuidar de su hija a conciencia. Como se sentía avergonzado, no iba a ningún sitio. Simplemente se quedaba en casa todos los días para cuidar de su hija. Hana no tuvo más remedio que salir a trabajar.

No tenía ni veinte años, pero tenía que vivir una vida sin consumar. De repente se dio cuenta de que había sido engañada por Hector. El afecto paternal de Hector hacia ella y sus amables palabras no fueron más que una mentira para engañarla. Para decirlo sin rodeos, Hector no era más que un viejo soltero que no podía casarse. Un soltero tan viejo que incluso tuvo una aventura con la viuda de su pueblo cuando Hana estaba embarazada. Al final, él se infectó, tenía que tomar medicación de por vida y tampoco podía salir a trabajar.