Castigado por su amor romance Capítulo 1749

¡En realidad no era solo una enfermedad del hígado! ¡Era una enfermedad sucia!

“¡Todos ustedes están diciendo dispa! ¡Todos ustedes están diciendo disparates! ¡Mi papá contrajo la enfermedad por agotamiento! Me crió él solo. Tuvo que desempeñar el papel de padre y madre. ¡Fue realmente difícil para él! ¡Se enfermó de agotamiento!”, le gritó Tessa a la multitud entre lágrimas.

Todos los presentes se burlaron, especialmente los más jóvenes.

“Te engañas a ti misma, ¿verdad? ¡Podrás saber qué condición tiene tu padre si vas al hospital para revisarlo! ¡No olvides que tu padre tiene la condición, pero tu madre no! ¡La razón por la que tu padre se infectó fue porque tuvo una aventura mientras tu madre estaba embarazada de ti!”.

“¡Si quieres hablar sobre tener una aventura con otra persona, tu padre lo hizo mucho antes que tu madre! ¡Tu padre se lo buscó!”.

“Tu madre es realmente lamentable. Si ella no buscaba a otro hombre, ¿cómo podría ser que ella, una mujer de poco más de veinte años, tuviese que vivir su vida sin tener relaciones sexuales por el resto de su vida? Además, ¿debía siquiera hacer eso? ¡Tu padre ni siquiera se casó con tu madre! Hasta el día de hoy, ¡ni siquiera obtuvo el certificado de matrimonio con tu madre! ¡No es ilegal que ella se buscara a otro hombre!”.

Tessa se quedó sin palabras. Ni siquiera supo cómo salió de ese pueblo. Su mente estaba completamente en blanco. Cuando llegó a casa, vio que su padre estaba abrazando una lata de cerveza.

"¿Estás de vuelta?", preguntó Hector.

Tessa asintió mecánicamente. "Mm-hmm".

Además de aparentar ser un padre amoroso, Hector también se veía lamentable. "Te he fallado. Tu madre no se preocupó por ti después de darte a luz. Todavía eras tan pequeña en ese entonces. Tuve que cargarte en mi espalda cuando salía. Trabajaba en la mañana, pero el dinero no alcanzaba para comprar tu fórmula en polvo. Por lo tanto, trabajé día y noche. Fue durante ese tiempo cuando recogí el panecillo y las sobras de otra persona para comer que me infecté. Desde entonces, me convertí en portador de la enfermedad de por vida. Mi buena hija, ¿por qué me preguntas eso de repente?”. Hector miró a Tessa con lágrimas en los ojos.

Sin embargo, esa vez, Tessa no abrazó a su padre y volvió a llorar amargamente. Le dijo a su padre claramente: "Hoy fui al pueblo donde solíamos vivir".

Hector se quedó sin palabras.

"La enfermedad que tienes es ese tipo de enfermedad incurable y sucia que te transmitió esa viuda del mismo pueblo, ¿verdad?". Tessa arremetió con saña contra su propio padre. "¡Me has estado mintiendo todo este tiempo!".