Castigado por su amor romance Capítulo 1787

"¡Hazlo inmediatamente!".

"¡Sí!".

Justo después de que el hombre colgara la llamada, vio a través de los binoculares de alta potencia que Sabrina volvía a hacer una llamada. El hombre marcó inmediatamente el número de nuevo, y la llamada fue contestada rápidamente al otro lado de la línea. "Amo, ¿tiene alguna otra orden?".

"¡Rápido! ¡Transfiere la intervención telefónica para mí!".

El hombre al otro lado de la llamada dijo: "Amo, puede que no sea muy claro de esta manera...".

"¡Te pido que me lo transfieras inmediatamente!".

"¡Sí, Amo!".

Rápidamente, el sonido de Sabrina durante la llamada se escuchó en los oídos del hombre. Ella estaba hablando con Sebastian por teléfono. "Sebastian, hay algo que se me olvidó recordarte hace un momento".

Al otro lado de la línea, el tono de Sebastian era incomparablemente gentil. "¿Qué pasa? ¿La memoria de una embarazada es mejor que la mía? ¿Incluso sabes hacerme un recordatorio?".

Sabrina sonrió avergonzada. "Si el doctor no me lo hubiera dicho, no me habría enterado de que te has puesto enfermo por haberte reprimido por mí últimamente. Cariño, es que siempre soy yo, la mujer embarazada, la que te ha provocado cada vez y pensé que no era para tanto. Sin embargo, el doctor me dijo que te has estado aguantando tanto que tienes una pequeña inflamación. Cariño, he puesto secretamente los medicamentos en tu maletín, así que acuérdate de tomarlos. Además, acuérdate de beber más agua. Tu inflamación también se recuperará más rápido si bebes más agua".

Al otro lado de la línea, Sebastian dijo aún más gentilmente: "Me preguntaba por qué te has portado tan bien estos días y no me has vuelto a molestar para que te lo dé un poco, solo un poco. Resulta que es porque sabías que me ponía enfermo por aguantarme".

"Bueno... no solo es eso. Cariño, sé que me equivoqué. No te molestaré más en el futuro. Después de dar a luz, tienes que recompensarme como es debido", lo molestó Sabrina.

Sebastian sonrió. "Mm-hmm, ¡tengo que recompensar adecuadamente a la persona más admirable de nuestra familia!".

"Cariño, Aino y yo no comeremos contigo al mediodía. Come mejor tú solo".

"De acuerdo", dijo Sebastian con suavidad. "Cuídate mucho. Estoy en el Grupo Smith ayudando a Zayn a revisar los costos. Almorzaré con mi cuñado a mediodía".

Al oír a Sebastian llamar a Zayn su cuñado, Sabrina dijo al instante agradecida: "Sebastian, realmente te has esforzado mucho por el bien de mi hermano últimamente. Sé que si no fuera por mí, no sería posible que ayudaras a mi hermano así. Gracias, cariño. Has trabajado muy duro".

Sebastian sonrió. "¿No eres tontita? La persona a la que más tengo que ayudar en esta vida es Zayn. Si no hubiera sido por él, ¿cómo pudieron haber sobrevivido tú y Aino esos seis años? Tienes razón, lo estoy ayudando por el bien de ti y de Aino. Porque él es familia para ti y para Aino, así que es natural que también sea mi familia. Él es mi cuñado, después de todo". El hombre sonrió.

Ella lo quería mucho. Seguían siendo tan dulces. Él no la ignoraba y, sorprendentemente, hasta le lavaba los pies al llegar a casa por la noche... Eran tan entrañables que el hombre dudó de repente.

En ese momento, la voz al otro lado de la llamada le pidió instrucciones: "Amo, ¿cuándo entramos en acción?".

En ese momento, el hombre desaliñado detrás de los binoculares de alta potencia dijo miserablemente: "¡Retírate... solo retírate!".

"¿Qué?".

"¡Retírate! ¡Te pido que te retires! ¡No vuelvas nunca más en el futuro!". ¡El hombre arremetió de repente!

"De acuerdo, de acuerdo, Amo. ¡Me retiraré inmediatamente!".

"Cuelga la llamada", dijo de nuevo el hombre de forma incómoda.

Después de colgar la llamada, el hombre también guardó débilmente sus binoculares de alta potencia. Justo cuando se dio la vuelta, una mujer apareció de repente detrás de él. La mujer se paró frente al hombre y dijo sarcásticamente: "Holden Payne, ¿acaso no te gusta Sabrina? ¿Cómo es que ya no la vas a arrebatar?".